Las redes sociales en internet y la construcción de la ciberidentidad (cyberself). Año 3. Número 6
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Autor: Daniel Valdez Márquez.
RESUMEN
El presente artículo aborda el tema de la internet y su influencia en el desarrollo de la identidad apoyada en la creación de una o múltiples ciberidentidades (cyberself). A lo largo del artículo se identificarán las principales características de estas ciberidentidades y los posibles efectos negativos que generan en el sujeto apoyado del anonimato proporcionado por la interacción en las redes sociales.
PALABRAS CLAVE: Cyberself, identidad, redes, sociales, personalidad, internet.
INTRODUCCIÓN
“La tecnología no determina la sociedad: la plasma. Pero tampoco la sociedad determina la innovación tecnológica: la utiliza” (Castells, 1997). Castells plantea la dicotomía tecnología-sociedad y su impacto en el desarrollo del ser humano, así como las consecuencias en la dinámica social. Actualmente las sociedades están en transición, los cambios que sufren son tan espectaculares como las innovaciones tecnológicas que comienzan a trazar una nueva historia en la comunicación y la construcción de la identidad del sujeto.
No hay nada novedoso o vanguardista en decir que existen factores psicosociales que influyen en la construcción de la identidad del sujeto, pero lo que es digno de análisis es la intromisión de las nuevas tecnologías en el proceso y su influencia dentro de la construcción de dichas entidades. Las nuevas tecnologías de la comunicación y las redes sociales han tenido un éxito asombroso gracias a la naturaleza social del ser humano y al fácil acceso a los equipos de cómputo, teléfonos inteligentes y servicios de internet. Es por ello que las personas pueden crear perfiles e integrarse a las redes sociales en internet de forma sencilla, aquí es donde la identidad del sujeto se pone a prueba, donde la persona tras el velo que le brinda el anonimato es capaz de reconstruir su identidad y ocultar aspectos negativos de sí mismo para poder ganar confianza y formar parte de grupos que se transforman en una red de apoyo.
Lo que la persona promedio busca en internet es informarse, compartir con otros, comunicar y distribuir fotos de las diversas actividades que realiza, también busca el reconocimiento, posicionarse dentro de la red como un experto sobre un tema o compartir información de interés. El sujeto que desea obtener el reconocimiento o la aprobación de otros será susceptible a fabricar identidades o ciberidentidades falseadas que le posibiliten un rápido ascenso en la escala social que proporciona la red y se verá en la necesidad de estar reinventando dichas ciberidentidades para satisfacer las exigencias del ciberespacio y ser coherente con los estándares asignados por el mismo.
Los sujetos que interaccionan en internet obtienen una mejor aceptación social por parte del medio que cuando se da una interacción cara a cara que es resultado de la presentación de su “yo ideal”. Por otro lado, Turkle (1995) habla sobre las consecuencias individuales del uso de la red, la autora reporta dentro de sus investigaciones el incremento en la autoaceptación, dichos individuos cuentan con identidades estigmatizadas pero gracias al anonimato proporcionado por el ciberespacio son capaces de adecuar su persona favoreciendo el desarrollo de efectos negativos y el surgimiento de fenómenos de desvinculación que serán estudiados a lo largo de este artículo.
DESARROLLO
“Nuestras sociedades se estructuran cada vez más en torno a una oposición bipolar entre la red y el yo”,Manuel Castells.
Cuando hablamos de redes sociales dentro de internet por lo regular nos referimos a sitios de redes sociales. Esto es, páginas que han sido desarrolladas por expertos que nos ofrecen la posibilidad de crear un perfil y compartirlo con otras personas alrededor del mundo, que pueden ser conocidas o desconocidas.
¿Qué es lo que hace tan atractiva a una red social en internet? La interacción ciberespacial nos ofrece la posibilidad de entrar en contacto con desconocidos y nos ayuda a crear redes de apoyo. Una red social se transforma en la primera vía de contacto con el resto del mundo y esto satisface de forma rápida y efectiva una de las necesidades que tenemos como seres sociales, la comunicación. Internet surge como una alternativa de interacción social entre personas de diferentes clases sociales, género, raza y orígenes, se convierte en un nuevo medio de interacción humana.
Entendemos que las redes sociales forman parte de la vida cotidiana, las tecnologías de la información han revolucionado la interacción social gracias a la capacidad de penetración que tienen en las actividades del ser humano pero, ¿cuál es papel de las redes sociales en la construcción de la identidad del sujeto?, ¿qué características poseen estas identidades virtuales? y ¿cómo puede el sujeto manejar la dualidad self-cyberself sin perder el contacto con la realidad?
Turpo (2010) define la identidad como la suma las características comunes de los miembros de un grupo que los diferencia de otros, sin aludir a sus propias diferencias; conllevando a una homogenización de lo heterogéneo. La identidad no es una característica intrínseca del individuo, esta posee un carácter intersubjetivo y relacional. Es el resultado de un proceso largo que se gesta y se desarrolla con la interacción cotidiana con los otros.
“El individuo se reconoce a sí mismo sólo reconociéndose en el otro” (Sciolla, 1983). “Siguiendo esta línea, el yo (self) hace posible tener experiencias (yo siento, pienso, actuó, padezco) y las memorias autobiográficas suministran la base fenoménica para el sentimiento del yo y para las ideas del mí y el mí mismo. La identidad se relaciona con la manera en que individuos y grupos se definen a sí mismos, al “identificarse” con ciertas peculiaridades distintivas” (Turpo, 2010).
De acuerdo con los estudios de Turkle (1995), las relaciones que se gestan en internet tienen un objetivo en particular, dentro de ellas las personas buscan visibilizar los aspectos de su yo (self), pero sobre todo los sujetos revelan los aspectos importantes que no suelen mostrar o decir (True-self) con facilidad al resto de las personas en situaciones cara a cara. Turkle plantea que dentro de esta dinámica no sólo se enuncia la identidad del yo sino que se da la pauta para revelar al ser dentro del colectivo. Logramos identificar las conexiones que nos unen a un grupo determinado, lo que la autora llama “sustancia psíquica” que es el producto de sus miembros y de la acción que guarda contenido subjetivo y que nos brinda un marco de referencia para las interacciones fuera y dentro de las redes sociales que ofrece internet.
Dentro de los estudios de la identidad podemos citar a Piqueras (1997) quien al igual que otros autores propone que la identidad se construye a través del contacto con los otros, el individuo que se encuentra inmerso en este proceso de autoconocimiento requiere de la interacción con los otros para conformar su identidad. Esto funciona como un instrumento para corroborar los rasgos que el sujeto logra identificar en su persona y es por ello que la identidad cobra existencia y se verifica constantemente gracias a la interacción con los otros en cualquiera de sus modalidades.
La identidad es una esencial y sumamente importante en el autoconcepto. Rosenberg (1986) define el autoconcepto como la totalidad de pensamientos y sentimientos que posee una persona en referencia a sí mismo. La construcción de la identidad se ha estudiado como un proceso público, social que implica tanto “identidad anunciada” hecha por el individuo afirmando la percepción de los otros que avalan o corroboran la identidad declarada.
La Identidad se construye bajo una variedad de restricciones. En estas circunstancias la construcción se ve influenciada por las características físicas (género, etnia, profesión y/o ocupación) y el conocimiento adquirido de los contextos sociales. Por otra parte, los atributos personales a menudo controlan la integración de la identidad. Es por ello que resulta complicado para las personas que cuentan con una identidad estructurada crear impresiones que correspondan a los atributos o rasgos acentuados por el entorno.
Según Markus y Nurius (1984), dentro del autoconcepto se pueden distinguir dos categorías importantes: el ”self-actual”, una identidad establecida para los demás y el ”posible-self”, una identidad desconocida para los demás. Los usuarios pueden conseguir el último estado reteniendo información, ocultando los rasgos físicos no deseados y de roles propuestos por la sociedad.
Este efecto es más pronunciado en las redes sociales en internet que proporcionan el anonimato. Sin embargo, no todos los mundos en línea son completamente anónimos. Facebook ofrece un entorno ”nonymous” (lo contrario de anónimo) en línea donde las relaciones están ancladas en diversas formas que se representan a través de instituciones, lugar de residencia, amigos y familiares. A diferencia de los entornos en línea anónimos, los entornos nonymous ponen más restricciones en el proceso de construcción de la identidad. Sin embargo, proporcionan un ambiente ideal para la expresión del ”Self ideal”.
El espacio virtual proporciona las herramientas necesarias para edificar una nueva identidad, el sujeto tiene la capacidad de reinventarse dentro de ese mundo y uno de los aspectos más atractivos de esta herramienta es la posibilidad de poner a prueba dichas ciberidentidades, que en caso de fracasar pueden modificarse fácilmente y sin esfuerzo alguno.
De acuerdo con Freud (1927), la identidad se origina a partir de un proceso de identificación inconsciente, que dista mucho de ser voluntaria. Algunos rasgos de personalidad que el sujeto proyecta en su ciberidentidad o Cyber-self pueden ser igualmente inconscientes y le funcionan al sujeto como una especie de catalizador psíquico dentro del mundo virtual, donde el sujeto puede cubrir necesidades que le es imposible satisfacer o afrontar en la vida real, asimismo le facilita el ocultar sus miedos, inseguridades o cualquier otro aspecto que considere negativo de su persona.
Al edificar una nueva identidad el sujeto es capaz de trabajar bajo una versión de sí mismo que es aceptable dentro de esta realidad simulada. El ciberespacio confiere al sujeto un sentimiento de igualdad en la interacción con los otros ya que no se cuenta con datos suficientes que informen al otro sobre la posición social del sujeto que se encuentra frente a la pantalla, las personas se presentan como les gustaría ser vistos. Esta identidad artificial relativamente estable permite que los usuarios resalten los rasgos más destacables de su personalidad y al mismo tiempo puedan eliminar aquellas que no son coherentes con los patrones de conducta o belleza considerados como socialmente aceptables.
Dentro de los estudios de Turkle (1995) podemos identificar las principales motivaciones individuales para acudir a internet y construir una identidad análoga:
• La propia identidad del individuo.
• El anonimato.
• El ocultar aspectos de la personalidad o identidades estigmatizadas.
• La incapacidad de entablar relaciones cara a cara.
• Internet ofrece un lugar alternativo para poner a prueba determinados aspectos de la personalidad no manifestados en el mundo real.
• La capacidad de construir y deconstruir la identidad virtual sin que afecte a la vida diaria.
Como principal motivador podemos identificar al anonimato, este dota al individuo de poder “divino” y gracias al anonimato los sujetos logran romper las barreras impuestas por las clases hegemónicas y dejan que gobierne su ser. Existen diversos ejemplos del anonimato y de los efectos en sociedad a través de los tiempos, uno de los más característicos es el nacimiento de la máscara veneciana y el carnaval. La máscara termina transformándose vertiginosamente en un emblema de libertad y quebrantamiento de todas las normas y estándares sociales impuestos por la República de Venecia.
La máscara presente en la dinámica social, lejos de ser un simple accesorio de carnaval se transforma en símbolo que posibilita al sujeto adquirir una apariencia diferente, que le confiere el anonimato y se convierte en un símbolo de juego, inmoralidad y libertinaje. El uso de la máscara se fue legislando y limitando con el paso de los años gracias a que se utilizaba para ocultar la identidad, realizar actos ilícitos o continuar relaciones curiosas.
Las redes sociales en internet ayudan a generar el “Efecto de la máscara veneciana” que es una consecuencia directa del anonimato y favorece el desarrollo de conductas negativas, la aparición de diversos fenómenos como la desvinculación o la disociación cuasi-permanente del individuo.
Un ejemplo del efecto negativo del anonimato lo encontramos en los estudios de Félix Moral (2001) de la universidad de Málaga donde menciona que existen determinadas personas o grupos que utilizan las redes sociales para publicar ideas extremistas, amenazar o insultar a grupos minoritarios, o bien para manipular ordenadores ajenos a través de la red y enviar archivos infectados por diversos virus que sólo buscan provocar daños a terceras personas. El efecto de la máscara veneciana lleva a las personas a tener comportamientos desinhibidos, los conduce hacia conductas impulsivas y antinormativas y brinda la posibilidad de descubrir aspectos ocultos de la personalidad y evitar recibir sanciones sociales.
Contestando a ¿cómo puede el sujeto manejar la dualidad self-cyberself sin perder el contacto con la realidad?, planteamos que si el anonimato resulta tan atractivo y seductor para la psique del sujeto que le permite explorar niveles de su persona que debe censurar en el mundo real, entonces, ¿para qué abandonar el mundo virtual? Podría parecer casi imposible para el lector pensar en renunciar al mundo real y vivir dentro de este mundo de ilusión y fantasía donde se trabaja con una identidad fragmentada o dicha identidad es corroborada constantemente consiguiendo convertirse en la identidad imperante en el sujeto.
Existen casos reportados donde sujetos han desarrollado dependencia a su Cyber-self, como el caso de los videojuegos de rol multijugador masivos en línea o MMORPG (massively multiplayer online role-playing game). Existe uno en particular que logró cautivar a los jugadores y el cual fue protagonista de diversos casos y estudios de dependencia al juego en cuestión, EverQuest (EQ), distribuido por Sony Online Entertainment. Un estudio de Chappell de la Universidad de Notthingham en el 2006 recopiló testimonios de diversos sujetos que manifestaban conducta adictiva no sólo al juego sino a la identidad que ellos habían fabricado en esa realidad virtual. El juego les permitía acceder a un rango de identidades que pueden ser exploradas construyendo un personaje pero al mismo tiempo el sujeto se ve en la necesidad de interactuar con otros dentro del medio virtual ejercitando sus habilidades sociales y construyendo una identidad más que se suma al catálogo de identidades en las que oscila el cyber-self.
Así como la población de Venecia manejaba la dualidad al utilizar la máscara, las nuevas generaciones han remplazado la máscara por perfiles y cuentas de redes sociales o juegos en línea, donde ellos pueden desenvolverse en un mundo apartado de las reglas impuestas por la hegemonía, donde las consecuencias por las acciones que lleven a cabo no son tan amenazantes como en el mundo real, además los actos considerados como ilícitos o inmorales adquieren otras formas y se mimetizan manifestándose en las redes sociales, juegos en línea u otras modalidades que le permiten jugar con los rasgos de su persona que no pueden emerger en el cotidiano.
CONCLUSIONES
La identidad se está transformando en la principal y única fuente de significado en un mundo donde las instituciones y organizaciones se encuentran en un periodo de desestructuración y deslegitimación. Internet y de las redes sociales conectan y desconectan a las personas de una forma selectiva y les permite poner a prueba y ejercitar las diversas identidades trabajadas en el medio para poder desplegar todo su repertorio emocional.
Con la inclusión de estas tecnologías se modifican y se adquieren nuevas perspectivas socio-culturales, la intromisión de las redes sociales en internet en nuestra vida diaria afecta directamente a nivel personal y psicológico del sujeto.
Las nuevas interacciones someten al individuo a un proceso que le lleva a falsear identidades en el espacio virtual. Si nos detenemos a observar el desarrollo psicosocial propuesto por Erikson sería necesario estudiar cómo las nuevas generaciones se enfrentan ante la etapa de Identidad vs Confusión de roles cuando el ciberespacio, el cyber-self y las reglas de “Netiquette” (Conjunto de normas del comportamiento en la internet) se integran al proceso de la construcción de la identidad de las personas.
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