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Cuando ser joven es una condena

6 min de lectura

En Jalisco ocurrió un descubrimiento que ha destapado una aterradora realidad: un centro de reclutamiento y exterminio operado por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán. Este lugar, donde se encontraron hornos crematorios y fosas clandestinas, se ha convertido en un símbolo del horror que enfrentan miles de familias mexicanas en su lucha incansable por encontrar a sus seres queridos desaparecidos.

 

El miedo y la desesperación

“El miedo de no saber si ahí está mi hijo es insoportable”, declara un familiar de los desaparecidos (El País, 2025). Esta declaración refleja la angustia que se vive a diario en México, un país donde la violencia ya no distingue edades ni circunstancias, y donde cualquier joven puede desaparecer sin dejar rastro.

 

La ausencia de consecuencias claras para los responsables de estas desapariciones ha llevado a muchos a perder la esperanza en las instituciones que deberían protegerlos.

 

Impacto en la juventud mexicana

El impacto de estos hallazgos en la juventud mexicana es devastador. Los jóvenes son el sector más vulnerable ante el crimen organizado. Muchos, en busca de oportunidades laborales, caen en las redes de traficantes que les ofrecen trabajos falsos, sólo para ser secuestrados y obligados a unirse a grupos delictivos. Una vez dentro de estas organizaciones, enfrentan entrenamientos forzados, castigos extremos y, en muchos casos, la muerte.

 

Este patrón de reclutamiento forzado ha sido documentado en varias ocasiones, demostrando una maquinaria de desaparición que opera con alarmante impunidad. “Teuchitlán es la manifestación de una maquinaria preparada para deshacerse de cuerpos” (Robledo, 2025).

 

La ineficacia de las autoridades para frenar estas desapariciones ha generado un clima de terror entre los jóvenes, quienes viven con el temor constante de ser los próximos en ser secuestrados y desaparecidos.

 

La lucha de las familias

Ante esta crisis, las familias de los desaparecidos han comenzado a tomar la iniciativa, formando colectivos de búsqueda. Con recursos limitados y enfrentando riesgos inimaginables, estas familias luchan por la verdad y la justicia. Sin embargo, su valentía frecuentemente es recibida con amenazas y violencia.

 

Un ejemplo trágico de esta realidad es el caso de Teresa González Murillo, quien fue atacada en su propio hogar en Guadalajara. “Los buscadores de desaparecidos enfrentan peligros extremos, pues tocan los intereses de grupos que prefieren que los cuerpos nunca sean encontrados” (El País, 2025).

 

La juventud mexicana se encuentra atrapada en una encrucijada peligrosa, donde la búsqueda de un futuro mejor puede llevarlos a una desaparición forzada.

 

La comunidad internacional ha comenzado a prestar atención a esta crisis humanitaria y es imperativo que las autoridades reconozcan la gravedad de la situación y actúen con determinación para desmantelar las redes de criminalidad que perpetúan esta violencia.

 

La visión internacional y la necesidad de acción

Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, ha destacado la importancia de incluir a las familias en las iniciativas de búsqueda. Reconociendo su valentía, afirmó que: “Sin las familias, no se podrá llegar a la verdad de las desapariciones en México” (ONU, 2025).

 

Jalisco, un estado que enfrenta una grave crisis por el narcotráfico, ha registrado más de 15,000 desapariciones desde 2006 debido a la violencia entre cárteles como el CJNG.

 

La impunidad que prevalece en México agrava el sufrimiento de las familias, las cuales exigen justicia a través de movimientos como “Los desaparecidos”. Sin embargo, las medidas propuestas por el gobierno mexicano han sido objeto de críticas por su falta de eficacia y sensibilidad hacia las víctimas.

 

Hacia un futuro sin violencia

Para resolver esta situación es crucial adoptar un enfoque integral que mejore la seguridad y que también aborde las causas estructurales del narcotráfico. Esto implica promover oportunidades económicas y educativas para la juventud, y fomentar una mayor colaboración entre las autoridades y la sociedad civil. Sólo a través de un compromiso genuino con la justicia y la protección de los derechos humanos se podrá restaurar la esperanza y la seguridad que tanto anhela la juventud mexicana.

 

Imagen:

https://proninosdelacalle.org.mx/wp-content/uploads/2022/10/Derechos-de-los-ninos-1080x542.jpg

 

Referencias

 

El País. (2025, marzo 14). “Es muy doloroso porque no sé si ahí está mi hijo”: El terror y el deseo de encontrar a un familiar en el centro de exterminio de Teuchitlán. Recuperado de https://elpais.com/mexico/2025-03-14

 

Robledo, C. (2025, marzo 30). Teuchitlán es la manifestación de una maquinaria preparada para deshacerse de cuerpos. El País. Recuperado de https://elpais.com/mexico/2025-03-30

 

Adónde van los desaparecidos. (2025, marzo 13). Teuchitlán, espejo del horror y la desaparición. Recuperado de https://adondevanlosdesaparecidos.org/2025/03/13

 

ONU Derechos Humanos. (2025, abril 1). El alto comisionado para los Derechos Humanos de la ONU sobre la iniciativa de desapariciones de Sheinbaum: “Sin las familias, no”. Recuperado de https://elpais.com/mexico/2025-04-01

 

 

Autoras: Sofía Yaretzi Posada Martínez y Ingrid Alexa Camacho Ángeles.