<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=186146087706618&amp;noscript=1"> Alternativas de comunicación familiar para la educación sexual en los hijos. Año 3. Número 5

Alternativas de comunicación familiar para la educación sexual en los hijos. Año 3. Número 5

10 min de lectura

Autora: Lucía Elizabeth Argüello Hernández

RESUMEN

Un buen sistema de comunicación será la puerta que nos permita tener acceso a un buen desarrollo de los hijos, porque gracias a ello se fortalecen los vínculos y roles, un tema que además de que permite reforzar relaciones familiares ayuda a evitar problemas y da lugar a un desarrollo acorde a la edad que se vive. La sexualidad es un tema que aún no es tratado con normalidad y naturalidad, existen tabús que limitan opciones y crean confusiones que pueden resultar en una mala toma de decisiones y el actuar por simple curiosidad de manera esporádica, sobre ello versa este artículo.

PALABRAS CLAVE: Sistema, sexualidad, comunicación, padres, relaciones, adolescencia.

INTRODUCCIÓN

A través del presente trabajo tendremos la oportunidad de conocer la importancia de la comunicación dentro del sistema familiar y enfatizaremos en el tema de la sexualidad puesto que de ella se desprenden aspectos muy importantes, el interés en el estudio del efecto que causa en la familia contar con una buena relación padres-hijos sirve para darse cuenta de la situación actual, siendo un asunto que cada vez cobra mayor importancia ante la amenaza de perder el concepto de familia.

Dentro del sistema familiar existen varias crisis que se dan en diferentes periodos de la vida familiar y una que afecta directamente a todos los miembros es la entrada a la adolescencia de los hijos, puesto que es cuando ellos comienzan a perder interés por los padres y se inclinan a nuevas amistades que compartan edad y gustos; es por ello la preocupación de los padres al sentir la amenaza de la pérdida de control de los hijos tanto en tiempos como en atención.

Profundizar en el tema de beneficios y ventajas de un sistema adecuado de comunicación o consecuencias de no contar con él nos permite tener un panorama más amplio de la situación real, abordando el tema más a detalle debido a la preocupación de los problemas que genera una mala comunicación y esto nos permitirá reflexionar y aportar nuevas estrategias para combatir esta situación.

DESARROLLO
Una etapa donde la familia presenta una nueva crisis es la adolescencia de los hijos que genera dudas en condiciones sociales cambiantes. Para que las relaciones entre los padres e hijos sean favorables, es preciso comprender las necesidades del niño y establecer una comunicación asertiva que resulte fructífera para todos.

Lo primero que debemos considerar en nuestro papel como padres es que el niño descubre el mundo a través de la familia, por ello se debe cuidar la comunicación que se establece en el núcleo familiar. Esto requiere que los niños vean en sus casas un ambiente armonioso y estable que les proporcione seguridad y confiabilidad, que son consideradas como altas aspiraciones.

El niño necesita, además, un clima familiar cariñoso y con afecto que le permitirá un desarrollo pleno, poder cubrir sus curiosidades, pero, sobre todo que será un escudo ante las influencias negativas que puedan provenir de su entorno. Recordemos que así como se encuentran aspectos positivos dentro de nuestro contexto los hay negativos y los segundos pueden ser más difíciles en la vida de los hijos cuando dentro de la familia no se da una comunicación adecuada y esto abre la puerta a los hijos a un mundo desconocido capaz de influenciarlos en una ruta equivocada.

Murillo (2007) menciona que “de acuerdo con la teoría de la doctora M. P. Ross, en su “modelo de intervención global de la sexualidad”, tanto el hombre como la mujer construyen su sexualidad desde el momento de la concepción, pasando por diversas circunstancias y situaciones, tanto biológicas como sociales y psicológicas”.

Al igual que la educación escolar, el niño la necesita también en casa y hay varios tipos de conductas o formas de educación que no son las correctas y alteran el adecuado desarrollo infantil, creando falsas ideas sobre aspectos importantes que repercuten en el futuro cuando los hijos tengan que enfrentar la realidad, entren en controversia y conflicto al comparar que sus ideas (enseñadas en el seno familiar) no son las del mundo exterior. Los tabúes en el ámbito sexual son un ejemplo de ello.

En el niño, a partir de los tres a cinco años se generan dudas como el origen de la concepción y se expresan preguntas como ¿de dónde vienen los niños? Una interrogante que para la mayoría de los padres resulta difícil explicar al no sentirse preparados para resolver tal interrogante, y como indica Kris “Nadie es experto en educación cuando se trata de sus propios hijos”.

Melanie Klein estudia el influjo de la educación sexual y el fortalecimiento de los vínculos de autoridad sobre el desarrollo intelectual de los niños, el niño desde pequeño emprende la exploración de su propio cuerpo, su ombligo y sus órganos genitales y alcanza su primer florecimiento entre los tres y cinco años, cuando se presentan curiosidades teóricas generadas por la amenaza de la llegada de un nuevo integrante a la familia y su temor a perder atención o cariño por parte de los padres.

Algunos padres postergan tocar el tema de la sexualidad con sus hijos y cuando deciden hacerlo, ellos ya han recibido información aunque normalmente de la fuente equivocada o simplemente se cierran a hablar de este tema y prefieren dejar esta tarea a la escuela, amistades u otras personas no indicadas.

Se podría afirmar que la sexualidad es un tema difícil de abordar para cualquier padre o madre; sin embargo, la educación sexual debe darse primeramente en el seno de la familia, siendo esto indispensable para la formación de una identidad sexual saludable y pautas de conducta responsables en el individuo” dentro de la sociedad, “anteriormente se creía que las pláticas sobre sexualidad se debían reservar para la edad adulta, y en el caso de los niños se evadía este tema con explicaciones absurdas y fantasiosas. Sin embargo, hoy en día se considera que tratar este tema con los niños es necesario ya que su curiosidad natural los lleva a interesarse y explorar, no sólo el mundo que les rodea, sino también su cuerpo y su sexualidad (Álvarez Bravo, 2014).

Cuando decidimos hablar sobre sexualidad con los hijos se debe tomar en cuenta su edad y el grado de interés que hayan desarrollado en el tema, respondiendo a sus preguntas de tal manera que los conceptos les sean de fácil comprensión y con términos correctos y adecuados, además es recomendable que el padre o la madre, limiten sus comentarios puntualmente a las preguntas del niño sin extenderse en otros aspectos que puedan generar mayor curiosidad o conflicto en el niño.

Durante las diferentes etapas del crecimiento van surgiendo nuevas inquietudes sobre la sexualidad y lo ideal es que los hijos se sientan con la libertad y confianza de poder acercarse a alguno de los padres a exponer sus dudas, de ahí la importancia de establecer una buena comunicación con los hijos desde temprana edad, con el fin de que el niño encuentre en sus padres a personas dignas de confianza que le sirvan como guías u orientadores en ciertos momentos o aspectos de la vida.

La forma en que se eduque sexualmente a nuestros niños dependerá de las características de cada edad, sin embargo, debemos tomar en cuenta que actualmente vivimos en una cultura saturada y obsesionada con el sexo; lo que quiere decir que nuestros hijos están recibiendo información de otras fuentes, de los medios de comunicación y de otras partes de la sociedad en el momento que comienzan a ver televisión o a jugar con (…) (Álvarez Bravo, 2014).

Otros niños y desafortunadamente esta es una fuente no adecuada que puede repercutir en su desarrollo creándoles una imagen equivocada de ciertos aspectos de su sexualidad.

A continuación se citarán puntos importantes que se deben considerar en la educación sexual de acuerdo a la edad:

De los 3 a los 5 años
La enseñanza se debe realizar de manera verbal, conversando de manera amigable y demostrándoles mucho amor, lo primero que debemos enseñar es la diferencia entre el niño y la niña, paralelamente les surgirá la pregunta común: “¿Cómo se hacen los bebés?, ¿por dónde nacen los bebés? Y ante estas interrogantes debemos explicarles con la verdad y dar una respuesta adecuada” (Álvarez Bravo, 2014).

Entre los 6 y 9 años
En esta etapa aparecerán curiosidades como los juegos y la morbosidad, puede además surgir la curiosidad por ver cómo hacen el amor los padres, así como espiar en secreto las conversaciones o acciones de las personas adultas que habitan en casa” (Álvarez Bravo, 2014). “En esta edad se deberá hablar directamente del conocimiento del cuerpo, del respeto al propio y del respeto hacia el otro, de la reproducción, de la identidad, de las relaciones interpersonales, de los mandatos sociales sobre nuestro comportamiento, del placer y del poder (Álvarez Bravo, 2014).

Entre los 9 y 11 años
La enseñanza es más fácil al ser relajada y casual, con las niñas podemos apoyarnos de algunas herramientas como un programa de televisión donde madre e hija puedan analizarlo o revistas didácticas con imágenes que ayuden a la explicación, debemos cuidar nuestra forma de comunicarnos porque es la edad en que se dejan influenciar por los anuncios engañosos sobre un cuerpo/imagen semejante a las personas que aparecen como portada de alguna revista o programa de televisión y al no lograrlo pueden caer en depresión, por ello la importancia de estimular la práctica de deportes, actividades artísticas y recreativas para de esta manera canalizar la ansiedad de aceptación del cuerpo.

En el caso de los niños durante esta etapa comienza la búsqueda y la curiosidad sexual será aún mayor, puede que algunos se interesen por el físico y recurran al uso de revistas pornográficas, postales de mujeres desnudas, ya que se tienen luchas para saber quién es el mejor deportista, quién sabe más y quién se hace novio de cuál muchacha. Todo se ve como un reto para sobresalir del grupo de niños de su edad. Aunque hay que considerar la importancia de hacerles ver los efectos que puede traer la acción de buscar respuesta a su curiosidad en los medios equivocados.

Una adecuada educación sexual no puede, ni debe ser responsabilidad absoluta de otros sistemas; esta labor pertenece a la familia en primera instancia, ya que es en este medio donde el niño y la niña se desarrollan, atravesando por diferentes etapas en las que necesitarán del acompañamiento de sus padres”; “al hablarles y guiarles en el tema de la sexualidad, se les está dando la oportunidad de adoptar pautas de comportamiento sexual basadas en valores sólidos y fomentando en ellos el respeto tanto hacía sí mismos como hacia los demás, esto les ayudará a prevenir un posible abuso sexual, el contagio de una enfermedad, un embarazo no deseado y un trauma emocional que podría marcar sus vidas para siempre (Álvarez Bravo, 2014).

Para comprender mejor la importancia de un adecuado sistema de comunicación e información es necesario poder identificar las diferencias entre educación sexual e información sexual, la primera hace referencia al acto de transmitir valores sobre la sexualidad, dar a conocer a los niños la manera en que sus padres viven su vida sexual e íntima, lo cual implica transmitir vivencias reales y el segundo concepto se refiere al hecho de aportar conocimientos sobre sexo, explicar todo lo relacionado al embarazo enfatizando en los de temprana edad (causas), el parto, las relaciones sexuales, los métodos anticonceptivos, las conductas sexuales, etc. Desafortunadamente, en ocasiones, la falta de información es la causa de cometer actos sin ser razonados, cuando el adolescente no está informado busca dar solución a sus dudas experimentando, empezando a tener relaciones sexuales coitales de manera esporádica, originando de esta manera un problema mayor (enfermedades de trasmisión sexual o embarazos no deseados).

Haciendo referencia al segundo ejemplo podemos considerar que las principales causas son el inicio precoz de las relaciones sexuales, no hay educación sexual y no existen lugares confidenciales donde los menores de edad puedan asistir para prevenir un embarazo, conociendo métodos preventivos eficaces, aunque en muchas ocasiones a pesar de contar con la información los adolescentes no solicitarían anticonceptivos por “vergüenza”, “no haberlo pensado” y “miedo” (Mancillo Cevallos, 2011).

Cuando hablamos de un embarazo en la adolescencia debemos considerar que para la madre adolescente “su proyecto de vida se ve frenado, sufren agresiones por parte de su familia/entorno y tienen menos oportunidades de conseguir un empleo o bien conseguirlo pero mal remunerado, sin olvidar que debe educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable” (Gómez ,2014), es frecuente el abandono de los estudios, la relación de pareja entre padres adolescentes tiene mayor probabilidad de poca duración y las jóvenes al verse en esta situación donde difícilmente recibe el apoyo de su pareja optan por buscar una salida de su problema sin medir o considerar consecuencias y recurren al aborto; otro acto que trae problemas mayores.

Después de hacer hincapié en la importancia de establecer un buen sistema de comunicación especialmente en el tema de la sexualidad, podemos tener un panorama más claro de nuestra situación actual donde el porcentaje más alto de maternidad se presenta en adolescentes, resultado de un embarazo no deseado. Ante esto, la única tarea a cumplir como padres será prestar atención a este tipo de educación.

Para cumplir con el objetivo que busca una buena educación sexual debemos considerar algunos aspectos importantes que nos serán de gran utilidad para desempeñar el rol de padres adecuadamente:

1. Conforme el niño va creciendo debemos explicarle el tema de la sexualidad con términos claros y correctos, explicar sobre los cambios que su cuerpo sufrirá como la aparición de vellos, senos, menstruación, eyaculación, cambio de voz, dependiendo el sexo del niño.
2. Se debe entablar una conversación sobre las diferencias de sexo masculino/femenino, buscando generar el respeto de unos a otros, hablar sobre noviazgo y amistad.
3. Se debe hablar de sexo como un acto natural excluyendo tabús que puedan ser barreras entre la comunicación e impidan su recepción correcta, indicar las consecuencias que implica realizar un acto de manera irresponsable.
4. Buscar espacios adecuados que resulten cómodos para ambos a manera de inspirar y mantener la confianza.
5. Durante las conversaciones se debe hablar sobre las enfermedades de trasmisión sexual, detallándolas (si no se cuenta con la capacidad se debe buscar ayuda).
6. En todo momento se debe ser natural y real, apoyándose de situaciones reales o ejemplos hipotéticos haciendo mucho énfasis en las consecuencias

CONCLUSIONES
Después de abordar el tema de la importancia de la comunicación familiar haciendo énfasis en la sexualidad en los adolescentes, podemos darnos cuenta que en la actualidad el problema va creciendo debido a distintos factores, la sociedad va evolucionando. Sin embargo, el descuido del sistema familiar hoy, el número de madres trabajadoras en aumento (por la situación económica actual), este último factor sobresale de los restantes puesto que en el pasado la mujer jugaba únicamente el papel de madre de familia y sus actividades sociales eran muy limitadas considerando a la madre como principal educadora de los hijos por el tiempo que compartían.

Por lo anterior es evidente la necesidad de retomar buenas relaciones entre padres-hijos independientemente de las actividades que desempeñen cada uno, considerando que el interés se verá reflejado a través del apoyo mutuo, creando estrategias de comunicación, haciendo espacios de tiempo para convivir y sobre todo olvidando los tabús impuestos por nuestros antepasados ya que únicamente bloquean la comunicación e impiden el crecimiento social.

BIBLIOGRAFÍA
(2005). Enciclopedia de la Psicología. España: Océano.

Álvarez Bravo, L. (2014). ¿Cuándo les hablo? y ¿Qué les digo? Enfoquealafamilia.com. Recuperado de http://www.enfoquealafamilia.com/defaultaspx?cat=56&aid=&anum=2

Diezma de la Cruz, J. C. (2002). ¿Hablamos de sexualidad con nuestros hijos? Madrid: CEAPA.

Giddens, A. (1997). Sociología. España: Alianza.

Gómez, A. P. (2014). Embarazo adolescente. Recuperado de https://es.scribd.com/doc/243138434/Embarazo-adolescente-docx

Katchadourian, H. A. (1979). Human Sexuality. México: FCE.

Lebovici, S. y Soule, M. (1973). El conocimiento del niño a través del psicoanálisis. México: FCE.

Mancillo Cevallos, I. V. (2011). Causas y consecuencias de embarazo precoz en adolescentes internadas en la “Casa Hogar Ejército de Salvación”. Recuperado de https://es.scribd.com/doc/244476391/monografiacompleta-110817221920-phpapp02-docx

Murillo G., M. (2007). Cómo enseñar sexualidad. México: Pax.

Sidney, W., Bijou, D. y Baer, M. (1982). Psicología del desarrollo infantil. México: Trillas.