Una revisión del liderazgo transformacional como insumo en la gestión escolar. Año 2. Número 6
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RESUMEN
Autor: Bertoldo Montoya Jiménez.
Este trabajo tiene como finalidad explorar el liderazgo transformacional, lo examina como enfoque a considerarse en la agenda educativa y como una alternativa de respuesta al rápido ritmo de los cambios y las demandas del momento actual, una oferta que es entrenable para el desarrollo profesional de la persona, los equipos y la organización.
PALABRAS CLAVE: Liderazgo transformacional, gestión escolar, bosquejo histórico, cambio, mejora continua.
INTRODUCCIÓN
En este momento de la historia hace falta redireccionar y fortalecer el liderazgo escolar como un factor que determina el cambio para el desarrollo profesional y personal, con un enfoque de transformación y una perspectiva más alta para lograr individuos, equipos, organizaciones y una sociedad más sólidos. Esta demanda lleva a una búsqueda constante de aquellos paradigmas y características para enfrentar grandes cambios en el mundo, como lo indica la Secretaría de Educación Pública (2011) en el Plan de Estudios actual.
De acuerdo con el Modelo de Gestión Educativa Estratégica, el ingreso reciente a la Gestión Escolar en México de algunas tendencias de Liderazgo: el Compartido SEP (2010), semejante al Distribuido, Murillo (2006) y el Efectivo, Cooter (1990). Marcos teóricos y orientaciones desde la institución educativa con énfasis en lo pedagógico, que buscan mejorar los logros académicos y que tienen correspondencia con lo que expone Bolívar-Botía (2010).
Dentro de esta renovada búsqueda, se destaca la utilidad del Liderazgo Transformacional de Bass (1985), siempre hacia el cambio y la mejora, al igual que la postura de Bernal (2010) frente a las prácticas transaccionales arraigadas en comprobados espacios como lo demuestra la existencia de un número considerable de estudios empíricos que apoyan la utilidad de esta distinción.
Estas prácticas son caracterizadas por una estrategia del quid pro quo (Pascual, 1993), control, recompensas contingenciales (el premio), la Dirección por excepción y el No Liderazgo (Laissez Faire), de ahí que el modelo deLiderazgo Transformacional planteado por Bass (1985); del que se profundiza en este artículo, versus el Liderazgo Transaccional, es una propuesta interesante actualmente.
Lo anterior lleva a reconocer que las prácticas convencionales del liderazgo del directivo se centran, a menudo, en los líderes transaccionales, el contenido de este trabajo retoma los principales comportamientos distintivos de transformación de los líderes transaccionales, el abordaje simplificado en terrenos ya ampliamente conocidos por los estudiosos del tema, sin otro fin que el de autoevaluar los centros educativos, haciendo propuestas pertinentes y proporcionando insumos de carácter analítico.
DESARROLLO
No obstante que la lectura del Liderazgo Transformacional fue por principio un referente discursivo de las organizaciones empresariales, el panorama que aquí se presenta alude a este origen y se entreteje con la dinámica institucional relacionada con los centros educativos del Nivel Básico de Educación Primaria, lugar en el que podrían darle identidad y significancia para que pueda funcionar el liderazgo del directivo escolar.
Conforme a esta perspectiva transformacional que se propuso desde hace ya más de dos décadas y con base en las diferencias que tiene con otras teorías, continúa evidenciada la interrogante de ¿cómo lograr que el líder estimule a los seguidores a mirar más allá de su propio interés por el bien del equipo y de la organización?
En numerosas investigaciones acerca del Liderazgo Transformacional muchos de los directores evaluados ejercen un comportamiento Transaccional, ello quedó igualmente expuesto en el estudio realizado en una Zona Escolar de Nivel Primaria del Estado de San Luis Potosí (Montoya, 2013).
Con respecto de las políticas educativas vinculadas al Modelo de Gestión de acuerdo con el documento Estándares de la Gestión para la Educación Básica en su punto 6 (2010), se orienta a ejercer un Liderazgo Efectivo. Algo similar sucede en el documento Un modelo de gestión para la Supervisión Escolar (2010) en el que se sugiere El Liderazgo compartido, contra el fracaso del Modelo Organizativo Centralista, enfoques en los que se coincide plenamente.
A partir de la revisión de la literatura de referencia sustentante teóricamente de los liderazgos efectivo y compartido, de acuerdo con el Modelo de Gestión Educativa Estratégica SEP (2011), este trabajo sugiere el modelo transformacional para diagnosticar el tipo de liderazgo prevaleciente en las figuras directivas y su implementación, de acuerdo con las prácticas transaccionales identificadas.
Esta práctica propone un cambio en el que se ve al liderazgo como un proceso de transformación donde cada individuo tiene deseos e inspiraciones que una vez descubiertas se utilizan para moverse a niveles más altos de potencial, rendimiento y madurez de los que se esperan.
Bass (1985) señala que los administradores que aspiran a convertirse en líderes transformacionales deben prestar atención a cada uno de sus subordinados, compartiendo sus preocupaciones y necesidades de desarrollo y tratarlos como personas. De ahí que el Liderazgo Transformacional se comprenda como el indicador de comportamiento del líder para aumentar la consciencia del seguidor en la actividad educativa que llevan a cabo. Un desafío más, será ¿cómo fortalecer y reorientar el liderazgo?
En esta tesitura, perteneciente al campo de la Educación y específicamente en el proceso de transformación asumido por la escuela pública mexicana de acuerdo con la Reforma Integral a la Educación Básica 2009 (SEP, 2011; Plan de Estudios 2011; Programa Sectorial, 2007), cobra importancia el fortalecimiento del directivo escolar, así como la reorientación de su liderazgo frente a las demandas que exige una nueva sociedad.
“El liderazgo es determinante para el aseguramiento de propósitos que resultan fundamentales para la calidad educativa, la transformación de la organización y el funcionamiento interno de las escuelas, el desarrollo de una gestión institucional centrada en la escuela y el aseguramiento de los aprendizajes y, en general, el alineamiento de toda la estructura educativa hacia el logro educativo” (Secretaría de Educación Pública, 2011).
El mismo Plan de Estudios (2011) menciona algunas características del liderazgo señaladas por la UNESCO y que es necesario impulsar en los espacios educativos:
•La creatividad colectiva.
•La visión de futuro.
•La innovación para la transformación.
•El fortalecimiento de la gestión.
•La promoción del trabajo colaborativo.
•La asesoría y la orientación (Secretaría de Educación Pública, 2011).
Por consiguiente, el liderazgo involucra a la comunidad escolar que por voluntad propia busque conseguir las metas, cambiar la cultura, el clima de la organización y mejorar la calidad educativa. No obstante, el desafío no es fácil, para efectuar liderazgos transformacionales, como apunta Leithwood (2006), coexisten políticas transaccionales y el dilema es cómo enfrentarlas para superar liderazgos basados en el control y la supervisión.
Para desarrollar el comportamiento de liderazgo se requiere entrenarlo y llevarlo hacia una mejora continua; cuestionar el statu quo caracterizado por prácticas transaccionales, como una forma de crecimiento y de mejora a nuevas direcciones, es un reto frente a las condiciones actuales que además sí tienen un mayor interés por la calidad.
Es urgente que las organizaciones sean más flexibles y adaptables, donde el papel del Liderazgo Transformacional sea el motor que responda a la mejora. Mientras el cambio sea necesario, los líderes continuamente tendrán que transformarse para ser capaces de crecer a otros niveles, donde el potencial sea más alto, ya sea en un proceso de uno-a-uno o en grupos y equipos colaborativos.
Bosquejo histórico del liderazgo
Para ubicar las prospectivas y perspectivas del Liderazgo Transformacional se puede ilustrar historiográficamente, o ubicando la problematización, como propone Vértiz (2007), desde las ciencias y teorías que se encargan de éste.
En primer lugar, de forma muy general, partir de las grandes etapas de la Administración y después desde la Sociología y la Psicología, el liderazgo se vincula con el estudio de la trayectoria real del fenómeno y los acontecimientos a lo largo del tiempo. Desde la perspectiva de Cerezal (2002), se plantea la congruencia del liderazgo, el éxito, o el fracaso de su ejecución a través de su proceso histórico.
Las etapas de la Administración y el liderazgo
En el proceso administrativo, en sus dos primeras etapas históricas, la presencia del jefe subyace inerte al liderazgo.
En la escuela de la Administración Científica (finales del siglo XIX y principios del XX), al dirigente le interesa satisfacer las necesidades de la organización. La comunicación vertical del jefe clásico se limita a dar instrucciones, supervisión de las tareas con una orientación operativa para el cumplimiento de la reglamentación establecida y la producción masificada para lograr la eficiencia en la producción.
Dentro de la Administración General, la etapa humanista o la escuela de las relaciones humanas, se enfoca a la organización donde el jefe supervisor empieza a defender el aspecto humano y su importancia en el clima laboral, los administradores deben ser capaces de dar órdenes, sin olvidar que donde se ejerce la autoridad, surge la responsabilidad.
Otras perspectivas impersonales y alternas, desde la Administración General proponen la idea de la burocracia de Max Weber y otros en la década de 1950 (escuela Estructuralista, Sociología organizacional), con semejanza a la administración científica con énfasis en la racionalidad, predictibilidad, impersonalidad, competencia técnica y autoritarismo, con conceptos menos operacionales que los de Taylor que con su “tipo ideal” pretendía eliminar la ambigüedad, ineficiencias, abusos y padrinazgo como excesos que caracterizaban a las organizaciones.
El Enfoque de Recursos Humanos de la Administración, se enfoca en los recursos humanos, de acuerdo con Robbins y Coulter (2000) “Mucho de lo que en la actualidad integra el campo de administración personal, así como los puntos de vista contemporáneos sobre motivación y liderazgo, ha salido del trabajo de aquellas personas a las que hemos caracterizado que forman parte del Enfoque de Recursos Humanos de la Administración”.
Sobre los estudios de las relaciones humanas, de la ciencia conductual y perspectiva de los recursos humanos, en la etapa Neo humano-relacionista, se sitúa la Psicología organizacional, que hace aportaciones relacionadas a los modelos de necesidades y de liderazgo. Le siguieron los enfoques cuantitativo y el de procesos.
Desde la Orientación de Sistemas en la década de 1950 y 1960 (Teoría General de Sistemas) se parte de que la organización formal y su administración en el subsistema psicosocial se encargan de coordinar las actividades hacia el logro de las metas. “Este aspecto de la función administrativa incluye al liderazgo” (Kast y Fremont, 1990), destacando su influencia para lograr esa coordinación e influir en el comportamiento desde las diferentes direcciones.
Después surgió el Enfoque de la Contingencia, que encontró excepciones a muchos de los principios de los primeros teóricos de la Administración y se suponían eran de aplicación universal, en relación con la división del trabajo, las organizaciones diferentes y el tamaño del objetivo.
Recientemente, en la última etapa, los administradores se enfrentan a un ambiente marcado por el cambio, transformaciones que tienen lugar a una velocidad sin precedente; a decir de los expertos, las organizaciones que tendrán éxito serán flexibles, adaptables, competitivas, transformacionales, innovadoras, de mejoramiento continuo y lucha por la calidad.
Proceso evolutivo del liderazgo
El liderazgo se ha sustentado en diferentes disciplinas y teorías. A mediados del siglo XIX se nutre principalmente de la Psicología y la Sociología como ciencias del hombre, Owens (1989) con sus métodos y acumulación de conocimientos proporciona un punto de partida prometedor para llegar a comprender este fenómeno.
En el proceso evolutivo (Robbins y Coulter, 2000; Stoner, Freeman y Gilbert, 1996; Kast y Fremont, 1990; Schein, 2000; Furnham, 2001), se encuentran estudios sistematizados desde las características, los rasgos, de tipo conductual, situacional y de contingencia; que encuentran oposición con otros, fracasan, o sirven de base para dar paso a nuevos paradigmas.
En los enfoques contemporáneos se ubican los de tipo Transformacional y Transaccional como el de Bass (1985) o Leithwood (1999), los que apuntan a tendencias Distribuidas (Murillo, 2006), Situacionales con acento en el Empowerment, o la delegación y madurez (Blanchard, 2009), de Calidad (Álvarez, 2003), Sostenibles (Hargreaves y Fink, 2008), con sus semejanzas y diferencias, son propensiones que se emplean tanto al exterior como en el interior de México.
El Liderazgo Transformacional
El Liderazgo Transformacional se encuentra en los enfoques contemporáneos o en los enfoques frontera como podría mencionarlo Kuhn (2004), así como parte de un conjunto de enfoques llamados “nuevo liderazgo” por Bryman (1992), modelo de la transformación que sólo últimamente se ha convertido en el tema de la investigación empírica y sistemática en el contexto escolar según Leithwod (1999).
La esencia de la transformación del liderazgo consiste en la dinámica de la diada del líder-seguidor, interesado en un cambio de segundo orden y los fenómenos, tales como la estimulación intelectual, que han sido tradicionalmente excluidos de las ciencias sociales.
De ahí que el Liderazgo Transformacional propuesto por Bass y Avolio (1999, 2011) sirve como base del contenido de este trabajo. Siendo indicadores de comportamiento que lo distinguen, los siguientes: carisma, inspiración, consideración individualizada, estimulación intelectual y tolerancia psicológica.
En la Gestión Escolar intervienen factores como el liderazgo compartido que permitirá un Liderazgo Eficaz (Modelo de Gestión Educativa Estratégica Escolar, 2011) que beneficia el trabajo en equipo y la actuación del directivo.
Factores del liderazgo
• Carisma: los líderes transformacionales son más carismáticos e inspiran. Suscitan la lealtad en la organización, el respeto y la inspiración, reconociendo qué es lo importante, lo que normalmente se traduce en una misión y en un esfuerzo para obtener una adecuada respuesta de sus subordinados.
• Consideración individual: implica empatía, dar orientación, comunicación de información oportuna, para lograr una coincidencia entre las necesidades del individuo y las de la organización.
• Estimulación intelectual: consiste en que los líderes se acercan a los problemas, en particular los frecuentes, al cuestionar los supuestos que se han utilizado para tratarlos previamente. Animan a otros a abordar los problemas desde muchos ángulos quizá no considerados antes.
• Tolerancia psicológica: es un factor que implica sentido ameno para resolver los problemas.
El Liderazgo Transformacional y el Transaccional son conceptos inicialmente empleados por Burns (1978), -desde lo político- al distinguirlos en un continuo y más tarde, adoptados por Bass (1985), -desde lo laboral-, quien los operativiza para generar la línea de investigación que destaca la participación de los líderes como transformadores de la sociedad y las organizaciones.
Aunque este concepto, de acuerdo a Molero (2010), ya tenía su antecedente en el liderazgo carismático y se estudiaba desde la Sociología y las Ciencias Políticas por Weber (1984).
Una revisión del cuestionario multifactorial
Bass (1985) proporciona un importante cuestionario para medir los rasgos tanto del Liderazgo Transaccional, como del Transformacional, que constituye una herramienta para ser utilizada en la autoevaluación y las evaluaciones de personal, en multiplicidad de organizaciones.
De acuerdo con Molero (2010), el Multifactor Leadership Questionnaire (MLQ) es uno de los instrumentos usados para medir el liderazgo en el campo de la Psicología de las organizaciones (Avolio y Bass, 2004). “Una búsqueda realizada en la base de datos Psyc-INFO arrojó un total de 182 investigaciones, entre artículos y tesis doctorales, que empleaban el MLQ en su investigación desde su publicación inicial en 1985. De ellas, 143 fueron realizadas en los últimos diez años” (Molero, 2010).
Descripción de la escala
El instrumento (Liderazgo Multifactorial de los Centros Docentes), ha sido traducido y adecuado al español por numerosos investigadores, un ejemplo de ello es el trabajo de Pascual (1993), el mismo instrumento con algunas modificaciones fue adaptado a la investigación de Montoya (2013) para obtener el grado de Doctor por la Universidad Tangamanga (UTAN) en San Luis Potosí, S.L.P., éste consta de 60 ítems y recoge información de cuatro tipos de variables diferentes que se pueden denominar como:
• Personales (aquellas que recogen información sobre características personales intrínsecas o extrínsecas de los sujetos de un modo específico).
• Estructurales o contextuales (que hacen referencia al entorno y el carácter del centro más que de las personas).
• Estilos de liderazgo educacional (éstas las mide específicamente el Cuestionario Multifactorial sobre Liderazgo Educacional diseñado por Bernard Bass, que es una escala tipo Likert a la que a cada afirmación se responde con cinco opciones identificadas en el instrumento).
• De resultado.
Liderazgo transformacional
• Liderazgo transformador: 1, 2 ,3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 12, 13, 14, 16, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 32, 33, 34, 35, 36, 39.
• Tolerancia psicológica: 37, 38, 40, 41, 42, 43, 44.
• Inspiración: 19, 27, 28.
• Liderazgo hacia arriba: 45, 46.
Liderazgo transaccional
• Dirección por Excepción: 10, 15, 18.
• Dirección por Contingencia: 11, 17, 31.
No liderazgo, dejar hacer
• No liderazgo, dejar hacer: 29, 30.
Variables de resultado
Suma algebraica de los siguientes ítems:
• Esfuerzo Extra: 48, 49, 50.
• Eficacia: 53, 54, 55, 56.
• Satisfacción del profesorado: 58, 59, 60.
• Satisfacción con la Dirección. 51, 52.
• Influencia Directiva: 57 (Pascual, 1993).
Algunos estudios sobre el Liderazgo Transformacional
Otros estudios importantes son los del Instituto Ontario de la Educación, realizados por Leithwood y Jantzi (1999, 2000), los cuales se desarrollan a partir de investigaciones en escuelas y aportan un análisis factorial que describe elementos de “liderazgo” y dimensiones de “gestión” como modelos significativos a seguir.
En España destacan los estudios empíricos realizados por Pascual (1993) acerca del liderazgo transformador mediante adaptaciones al idioma español del MLQ 5 de Bass y Avolio (1995), relacionados al campo educativo, centrados en los comportamientos del liderazgo directivo y su relación con el éxito de la organización, así como su eficacia. Entre otros hallazgos sugieren la importancia que tiene una buena selección y formación de directores.
En un estudio realizado en Portugal, Moreira (2009) pretende contribuir a un tema actual de Género en Organizaciones Militares como antecedente de la empleabilidad, basado en una investigación de Liderazgo Transformacional como una forma viable para tratar de entender mejor esta situación.
Una aportación significativa se refiere a que entre hombres y mujeres no parece diferir el estilo de liderazgo, empero la mujer adopta predominantemente un estilo democrático, transformacional en relación con el líder masculino que adopta un estilo marcadamente transaccional.
En Sudamérica, otro estudio de investigación relacionado al Liderazgo Transformacional, observa los atributos del líder (adjetivos), esta investigación en Argentina -de población civil y militar- (Castro y Lupano, 2005) está centrada en la Cultura Organizacional (Organizational Description Questionnaire, ODQ en Bass y Avolio; 1992, 1998) en la que “se encontraron diferencias individuales en la percepción de las características atribuidas a un líder efectivo según el tipo de cultura organizacional (militar o civil) en la cual estaban insertos tanto líderes como seguidores”.
Así mismo, en las culturas transaccionales (en este caso las militares) predominaba mayormente un tipo de líder orientado hacia el cumplimiento de las normas, con estilo más directivo. En cambio en las culturas más transformacionales (refiriéndose a los civiles), el prototipo de líder era el participativo, democrático y con alta preocupación por el subalterno. Un estudio que aporta cómo es que el liderazgo no es tan lineal como aparenta, sino que existen variables organizacionales que inciden sobre el tipo de líder esperado.
En Nuevo León, México; Gil, Muñiz, y Delgado (2008) realizaron un estudio en cooperación con Universidades de Canadá y Estados Unidos, donde se sustenta el liderazgo en la teoría de Bass y Avolio (1995), en Centros de Atención Múltiple (CAM) de los servicios de Educación Especial adscritos al Programa Escuelas de Calidad (PEC), con el propósito primario de detectar e incrementar el conocimiento y las prácticas que se generan desde el Liderazgo Transformacional, una forma sistemática de preparación que permite moverse del rol de supervisor al de líder transformador.
Este estudio, con la aplicación del Cuestionario Multifactorial de Liderazgo (CML) y otros instrumentos de diagnóstico, confirma acciones y conductas de líderes transaccionales enfocados a lo administrativo, así como una discusión de resultados en proceso acerca del líder transaccional como aquel sujeto que se encuentra en tránsito al rol de líder transformador y de apoyo.
En Tlaxcala, México; la Universidad La Salle ha realizado investigaciones en el ámbito empresarial y en el educativo. Mendoza (2005), quien ha dirigido otras investigaciones de liderazgo transformacional hace la investigación, siendo un estudio diagnóstico del perfil del Liderazgo Transformacional y Transaccional de gerentes de ventas de una empresa farmacéutica a nivel nacional.
El instrumento utilizado en esta investigación se mejoró con base en otros estudios empíricos, “Los hallazgos de estos dos últimos estudios, el de Villegas (2004) y el de Cruz (2005), permitieron mejorar la adaptación al Multifactor Leadership Questionnaire Edición 5 de Bass y Avolio y la adaptación al Inventario de Prácticas de Liderazgo (IPL) de Kouzes y Posner (2000) para el presente trabajo. “El estudio de Pascual (1993) y colaboradores sirvió de base para orientar la presente investigación sobre aspectos de validación y confiabilidad del MLQ en contextos del idioma español” (Mendoza, 2005).
En San Luis Potosí la indagación acerca de los efectos del Liderazgo Transformacional en la organización realizado por Ortega (2008), del Instituto Tecnológico de San Luis Potosí (ITSLP), indica que con “El liderazgo transformacional como instrumento de gestión”, se hacen algunas aportaciones relacionadas a la gestión escolar.
La tesis “Una propuesta para fortalecer el Liderazgo Transformacional en los directivos escolares de Educación Básica del nivel Primaria” de Montoya (2013), miembro de la Universidad Tangamanga (UTAN, plantel Tequis, S.L.P.) es un ejemplo local de la frecuencia de estudios de orden Transformacional.
Los diferentes ejemplos referidos, por mencionar algunos, utilizan el cuestionario MLQ (Bass, y Avolio 1995), no obstante, otras investigaciones sólo se basan en los principios del Liderazgo Transformacional de Bass (1985) para identificar la existencia de un gran número de estudios vinculados al tema, lo que demuestra la importancia que tiene el fenómeno en el momento actual.
CONCLUSIONES
El Liderazgo Transformacional podría estar cada vez más presente en la Gestión Escolar, ya que la evidencia empírica señala que los comportamientos Transaccionales y de No Liderazgo siguen siendo prácticas arraigadas fuera del país, en lo nacional y en el contexto propio.
El Liderazgo Transformacional se compone por los estilos de Liderazgo Transformacional, y Liderazgo Transaccional, al que se suma el aspecto llamado No liderazgo.
Los cuatro grandes componentes del Liderazgo Transformacional son: el carisma, la inspiración, la consideración individualizada y la estimulación intelectual. Para después agregar un quinto factor, la tolerancia psicológica.
El Liderazgo Transaccional se forma por estos componentes: la recompensa contingente y la Gestión por excepción, la retroalimentación negativa y un contingente de refuerzo subversivo.
El modelo proporciona escalas Transaccionales y Transformacionales para el análisis de los factores de Liderazgo Transaccional y Transformacional.
Los hallazgos, según las diferentes investigaciones, indican que los directores que lideran con el estilo de Liderazgo Transformacional consiguen una mayor satisfacción con su dirección, así como satisfacción laboral con sus docentes, que lo conseguido por los líderes transaccionales ya que ellos ejercen un estilo de No liderazgo.
El Liderazgo Transformacional no se limita a los líderes de clase mundial, a la genética, no se desarrolla a través de la vida y la experiencia; puede ser entrenable.
En definitiva, el Modelo propuesto por Bass desde hace más de dos décadas tiene ventajas sobre otros estilos para lograr hacer de los colaboradores, líderes de lo que hacen, al superar por voluntad sus propias expectativas en bien de las organizaciones donde trabajan y aportan su talento.
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