Gestión del coordinador: Impacto en los resultados académicos y el clima organizacional escolar. Edición Especial No. 2
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Autor: Ramón Martínez De León.
RESUMEN
La gestión en las diferentes acciones del ser humano permite mejorar el clima organizacional, así como la calidad de los productos y/o servicios en la empresa o institución educativa. Es necesario incluir en este proceso al personal administrativo, alumnos, padres de familia, docentes, directivos, coordinadores y/o tutores, con el fin de integrar sus aportes en las diferentes áreas que contribuyan al desarrollo de una educación de calidad.
PALABRAS CLAVE: Características, gestión institucional, pedagógica, escolar, coordinador.
INTRODUCCIÓN
La gestión en las diferentes acciones del ser humano, permite consolidar el esfuerzo y dedicación de los actores de la tarea específica. Si se habla de la institución escolar, los actores involucrados en el proceso educativo (personal de intendencia y mantenimiento, administrativo, alumnos, padres de familia, docentes, directivos y coordinadores) influyen en las expectativas de los interesados, además, la gestión debe ser congruente con las reformas educativas correspondientes a cada nivel y a la misión y visión de la Institución.
El concepto gestión tiene su origen en las transformaciones económicas, políticas y sociales a que ha dado lugar la revolución tecnológica y que han transformado el campo de la organización de las instituciones. La débil teorización de lo que se entiende por gestión en el campo de la educación hace que, a menudo, ésta se circunscriba a la gestión de recursos, dejando de lado la diversidad de ámbitos propios del actual campo de la gestión escolar (Lavin y Del Solar, 2000).
Mintzberg y Stoner (1995) asumen el término gestión como la disposición y organización de los recursos de un individuo o grupo para obtener los resultados esperados. Pudiera generalizarse como el arte de anticipar participativamente el cambio, con el propósito de crear permanentemente estrategias que permitan garantizar el futuro deseado de una organización; es una forma de alinear esfuerzos y recursos para alcanzar un fin determinado.
Por lo anterior, se asume que la gestión es el inicio de un diagnóstico que el sujeto determina en un contexto real y el medio de búsqueda para estructurar y ordenar los recursos humanos, tecnológicos, financieros y administrativos en una institución u organismo social. Para Boyer y Equilbey, citado por Maqueda (1996) “la gestión es el arte de poner la organización al servicio de la estrategia”.
DESARROLLO
Para lograr una mayor profundidad sobre el término gestión y sus implicaciones, se considera abordar en el presente artículo la concepción y características de la gestión institucional, pedagógica y escolar, donde recae la mayor parte de la función del coordinador académico, permitiendo profundizar y analizar el sustento teórico y metodológico de la literatura especializada sobre el impacto del trabajo de coordinación en los resultados académicos y el clima organizacional escolar.
Gestión institucional
La gestión institucional refiere a distintas áreas del conocimiento, como la empresa, la institución pública o privada; con una perspectiva de organización especifica. En el ámbito educativo, la gestión establece las líneas de acción de cada una de las áreas de la institución educativa.
Como lo señala Casassus (2005), “lograr una gestión institucional educativa eficaz, es uno de los grandes desafíos que deben enfrentar las estructuras administrativas federales y estatales para abrir caminos y facilitar vías de desarrollo [hacia] un verdadero cambio educativo, desde y para las escuelas”.
Por lo anterior se asume que la gestión institucional es más amplia en relación al proceso de gestión, porque incluye la visión y misión de la institución educativa, cuya filosofía permite orientar y crecer con eficiencia y eficacia en el contexto geográfico en que se encuentre.
Gestión pedagógica
La gestión pedagógica integra los elementos principales del proceso de enseñanza aprendizaje, enfocada al desarrollo creativo en la actividad docente, partiendo del diagnóstico inicial o etapa de la estructura del programa académico, contribuyendo a verificar la planeación de clase y sus componentes, como son el tema de estudio, objetivos y contenidos que le permitan al docente la búsqueda e innovación en su proceso mediante una adecuada evaluación, retroalimentación y cierre del mismo, al tiempo que propicia la consolidación de la gestión pedagógica.
En este tipo de gestión, el docente es el responsable de hacer cumplir los elementos del proceso administrativo, la fase mecánica: la previsión, planeación y organización; además de la fase dinámica: con la integración, dirección y control; cuyo resultado armónico logra la fusión de esfuerzos y dedicación del alumno, padres de familia, docentes, coordinadores y directivos.
Para Batista (2001) “la gestión pedagógica es el quehacer coordinado de acciones y recursos para potenciar el proceso pedagógico y didáctico que realizan los profesores en colectivo, para direccionar su práctica al cumplimiento de los propósitos educativos. Entonces la práctica docente se convierte en una gestión para el aprendizaje”.
Loera (2004) define a la gestión escolar como el “conjunto de labores realizadas por los actores de la comunidad educativa (director, maestros, personal de apoyo, padres de familia y alumnos), vinculadas con la tarea fundamental que le ha sido asignada a la escuela: generar las condiciones, ambientes y procesos necesarios para que los estudiantes aprendan conforme a los fines, objetivos y propósitos de la educación básica”.
De acuerdo con lo anterior, se asume que la gestión contribuye al desarrollo de las funciones del coordinador, permitiendo vincular las actividades y los acuerdos internos, según la estructura organizacional de cada institución educativa, incluyendo los niveles de educación básica, medio superior, superior y de posgrado.
Gestión educativa
La gestión educativa es fundamental en cualquier área de la institución, contribuye a la exploración, la precisión y la seguridad en la toma de decisiones de manera individual o en equipo, además de visualizar las funciones en los distintos niveles jerárquicos, como la descripción del puesto, área de trabajo, tiempo y espacio. La gestión educativa reúne de manera general las siguientes características:
- Define funciones y delimita el trabajo personalizado y colaborativo.
- Coadyuva, regula y unifica criterios al tomar decisiones.
- Precisa los objetivos de cada actividad u operación.
- Contribuye en la detección de oportunidades y amenazas en la institución, permitiendo regular o trabajar en ellas.
La gestión institucional implica procesos formales, es decir, aquellos que se orientan a la concreción de acciones formuladas y planificadas, y también acciones que, en el ejercicio de la autoridad, aluden a procesos no tan racionales ni fácilmente cuantificables, sino que refieren a actitudes y modos de comportamiento que inciden en los procesos afectivos de los integrantes de la organización (Azzerboni y Hart, 2008).
Para el padre de la gestión científica, Frederick Taylor (1991), con el fin de mejorar la calidad de las actividades educativas se señalan los cuatro principios de la gestión de dicho autor citado en Quinn (1994):
1.-Desarrollar una ciencia para cada puesto de trabajo, análisis pormenorizado del puesto, que reemplace la vieja regla “siempre lo hacemos así”.
2.-Seleccionar sistemáticamente a los trabajadores para lograr el ajuste hombre/puesto, y formarlos con eficacia.
3.-Ofrecer incentivos de forma que los trabajadores se comporten de acuerdo a los principios de la ciencia desarrollada.
4.-Apoyar a los trabajadores, planificando meticulosamente su trabajo y facilitándoles la operatividad (Quinn, 1994).
El director
Para desarrollar estos principios es necesario contar con una estructura administrativa y académica bien definida, donde la figura del director para la institución es fundamental. Ésta se apoya en la figura del coordinador académico, cuyos elementos de enlace entre todos los participantes son decisivos, prevaleciendo la confianza, el conocimiento, la competitividad, la experiencia, la institucionalidad y la disponibilidad de servicio, con base en la autoridad delegada por el director, para desarrollar las funciones encomendadas.
Como lo señala Duncan (1991), la labor directiva puede resumirse en:
- Función y desempeño del directivo.
- Organización de las actividades de dirección en la institución y gestión.
- Precisión de los canales de información y comunicación directiva.
- Acciones que vinculan la actividad directiva.
- Virtud y cualidades del directivo.
El coordinador
Para lograr las actividades directivas con éxito se recomienda delegar funciones al coordinador académico, donde el primero orienta, supervisa y corrige las acciones del segundo, contribuyendo así, a un resultado eficaz y eficiente en un periodo de tiempo más breve, que si el directivo realizara todas las tareas delegadas.
Según el Diccionario Manual de la Lengua Española (2007), se define al coordinador como la persona que coordina las actividades o trabajo de otras personas y los medios técnicos para la acción común.
También se concibe que el coordinador tiene como objetivo principal, organizar, estructurar, dirigir y controlar acciones requeridas en una institución, considerando todos los factores que intervienen en ella.
De acuerdo con Dorow (1978), “la coordinación consiste en ordenar los procesos de definición de objetivos de distintos agentes, en relación de intercambio o reparto de tareas, de forma que se subordinen a la consecución de una finalidad superior”.
De la misma forma, Rodríguez (1999) señala que “las definiciones usuales de coordinación, carecen de un mínimo de precisión conceptual. Se emplean muchos sinónimos para el término coordinar, como: ordenar, armonizar, ajustar, orquestar, integrar, equilibrar, etcétera. Pero no debe considerarse sinónimo el concepto de “cooperación” que se emplea para designar actitudes personales que pueden favorecer la coordinación”.
Para fortalecer las funciones del coordinador, este debe poseer una enorme capacidad de observación tanto del proceso de formación de los alumnos, como de la elaboración, la ejecución y el seguimiento de las guías metodológicas del docente, la participación de los padres de familia y del personal de la institución educativa, con las siguientes finalidades:
- Dirigir las actividades planeadas en la institución, tanto a corto, mediano como a largo plazo.
- Definir los objetivos propuestos en el plan de actividades.
- Gestionar y propiciar el trabajo colaborativo.
- Supervisar y dar seguimiento a las actividades desarrolladas en el proceso de enseñanza aprendizaje.
- Observar tanto el clima institucional como dentro del aula, con el fin de prever o corregir las acciones no favorables al rendimiento del estudiante.
- Respaldar a los docentes en la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje, mediante sugerencias y recomendaciones sobre las actividades dentro de la asignatura y el logro de las competencias de los estudiantes.
- Controlar el proceso de enseñanza aprendizaje y retroalimentar la observación de clase.
Analizando la posición de Rodríguez (1999) sobre el concepto de coordinación, se asume que abarca distintas áreas del conocimiento, desde la perspectiva personal e institucional, hasta la administrativa o de gestión educativa. Por lo que se precisa que el coordinador académico desarrolla funciones de carácter interpersonal, consciente o intencional de acuerdo a la descripción de funciones de cada institución.
De acuerdo con Rodríguez (1999) La Coordinación Académica, se interpreta como el área, donde se brinda cumplimiento, a las finalidades técnico – pedagógicas señaladas en los planes y programas de las carreras de Licenciatura o de posgrado, además el coordinador o docente superior, es el encargado de dirigir la programación, organización, control y evaluación del desarrollo de las actividades de orientación, evaluación, programas de estudios, métodos, biblioteca y de actividades de colaboración, debiendo cumplir al menos, las siguientes funciones:
- Aplicar elementos del proceso administrativo al dirigir, organizar, coordinar, controlar y evaluar las actividades de los docentes.
- Influir en la fase de organización, programación y desarrollo de las actividades del proceso de enseñanza aprendizaje.
- Propiciar y coordinar las acciones que fortalezcan la teoría y la práctica, mediante estudios de caso, proyectos e investigaciones aplicadas.
- Revisar y valorar los resultados de la evaluación en cada parcialidad, permitiendo dar seguimiento a las áreas de oportunidad detectadas en el proceso formativo.
- Revisar y dar seguimiento a los contenidos declarados en las guías metodológicas y cronogramas, además de lo que se comparte en el aula o en la plataforma virtual.
- Asesorar a los alumnos y docentes en relación con la programación de contenidos, fechas de exámenes parciales, entrega de proyectos y defensa de exámenes profesionales.
Como se observa, coordinar, según Rodríguez (1999), tiene múltiples funciones, quedando corta la descripción asignada al puesto de Coordinador, ya que en realidad, el coordinador ejecuta toda la fase del proceso administrativo en su gestión y, de acuerdo con Chiavenato (1995), el número de variables que conforman el proceso administrativo, tienen su origen en el desarrollo de una teoría general de la administración.
Henry Fayol, en Guerra (2002), “concibe la Administración como una sucesión de actividades destinadas a obtener un fin previamente establecido. Es decir, como proceso. Su enfoque central consiste en la identificación de esas actividades o funciones donde se engloba la previsión, la organización, el comando y el control, y a partir de esta concepción, define el proceso administrativo como un proceso compuesto de funciones básicas: planificación, organización, dirección, coordinación y control”.
La Dirección de una institución educativa consiste en dar impulso, vigilancia y coordinación a las acciones de cada miembro de la institución, con el fin de que todo el equipo de trabajo realice de modo eficaz los planes señalados. La función del coordinador permite vincular el trabajo de manera colegiada con la función directiva, por lo que en la figura 1 se señalan algunas de las principales acciones del coordinador.Figura 1. Acciones de la gestión del coordinador.
Como se observa, la coordinación enlaza diversas actividades que involucran los elementos pedagógicos e institucionales. Para Fayol, en Bañares (1994), la coordinación es uno de los elementos de la administración, que reúne, unifica y armoniza toda actividad y esfuerzo, mientras que para Gulick (1937) “si la subdivisión del trabajo es indispensable, la coordinación es obligatoria”. La coordinación, por lo tanto, es una condición real de intereses, donde hay un punto de partida u objetivo a alcanzar y que guía los actos del personal académico que integran la estructura educativa (Bañares, 1994).
El liderazgo es fundamental en una institución educativa, constituye “el proceso para alcanzar la visión y misión de la escuela, mediante el involucramiento y desarrollo integral de las personas y facultades humanas, utilizando al máximo los recursos y con repercusiones positivas para la calidad global de la vida” (Arias y Heredia, 2010).
En este artículo se asume que el director de una institución educativa es el líder principal, quien representa y dirige, además de organizar la estructura educativa del centro escolar y quien recibe el apoyo de sus coordinadores, a quienes delega autoridad y responsabilidad para desarrollar las funciones encomendadas por decreto institucional, todo con el fin de una gestión educativa de calidad.
“La autoridad ha sido descrita como una relación que asegura el comportamiento coordinado dentro de un grupo, subordinando las decisiones del individuo a las decisiones comunicadas de otros” (Simon, 1980).
Considerando el vínculo entre la dirección y la coordinación de una institución educativa, se puntualiza, tanto desde la perspectiva teórica como práctica, que deben existir en el proceso de delegación de funciones, al menos los siguientes elementos:
- Preparación académica.
- Autoridad.
- Responsabilidad.
- Dirección y objetivos.
- Toma de decisiones.
- Control.
Según Manes (2005), los elementos básicos para delegar las funciones en una institución son los arriba mencionados, sin embargo, también se consideran la experiencia en el manejo y control de personal, y la capacidad de liderazgo.
Un líder delega autoridad y comparte la responsabilidad de las acciones ejecutadas en la institución y mediante este proceso de comunicación-acción, se transfieren la integración de los recursos humanos, técnicos, materiales y financieros.
Sin embargo, se ha considerado la delegación de funciones, como una de las tareas más difíciles del director, “el proceso de delegación requiere ejercer correctamente la autoridad y delinear la responsabilidad, comprender sus alcances y el comportamiento de los colaboradores” (Manes, 2005).
La gestión del coordinador impacta en el proceso de la dirección de la enseñanza aprendizaje, de manera positiva o negativa. Es decir, el éxito depende del esfuerzo, dedicación y esmero en el desarrollo de sus funciones, como son el proceso de entrevista de los estudiantes de nuevo ingreso, curso de inducción, observación de clase, detección de áreas de oportunidad en el proceso de enseñanza aprendizaje; permitiendo sugerir, orientar y mejorar, para lograr un porcentaje satisfactorio de retención escolar y eficiencia terminal.
Cuando se logra un buen clima organizacional en la gestión escolar se observa un mayor rendimiento en el proceso de enseñanza aprendizaje, en la búsqueda de mejores soluciones a la problemática educativa, impactando en la institución. El coordinador es el enlace de las diversas áreas de la institución educativa, establece normas, determina mecanismos de control, medición, evaluación y reforzamiento de logros, además de brindar lo siguiente:
- Apoyo y respaldo en la dirección, así como el cumplimiento del plan estratégico anual de la institución educativa.
- Gestión de cobranza en la Dirección Administrativa (alumnos) en instituciones privadas.
- Respaldo a los departamentos de control escolar y biblioteca.
- Auxilia al asesor de tesis en la revisión e integración de información.
- Brinda apoyo al área de biblioteca, considerando los espacios culturales, de promoción, organización y logística de acciones de vinculación y difusión de la institución educativa.
En la figura 2 se presentan los elementos de la gestión escolar y enlace del coordinador.Figura 2. Elementos de enlace y gestión del coordinador.
Existen diversos puntos de vista para llevar a cabo la dirección o conducción de una institución educativa. Cole y Gaynor (2005) mencionan algunos estilos de conducción que describen como un triángulo o pirámide:
La conducción piramidal representada por un triángulo, es el modelo de dirección, que la mayoría de los gerentes tienen en sus mentes. El jefe máximo/director, se ubica en la punta de la pirámide con los gerentes medios, en el [centro], y los trabajadores en la base. El jefe máximo toma las decisiones, las que son transmitidas a los trabajadores en la base para que actúen. Hasta que el jefe toma una decisión, no es mucho lo que sucede en la organización. La información fluye, en principio, de la punta a la base (Cole y Gaynor, 2005).
Por otra parte, Ansión y Villacorta (2004) señalan que el resultado de la gestión escolar, enriquece “la reflexión de académicos, directivos y comunidad educativa en general sobre la importancia del clima organizacional y hará posible, además, nuevas investigaciones que relacionen el clima con otras variables asociadas a la eficiencia y eficacia de los centros educativos”.
Por lo anterior se concluye que, el clima organizacional escolar mejora con la participación del coordinador, tanto en la fase de planeación, supervisión, evaluación y seguimiento del proceso pedagógico, como en la de la acción escolar e institucional.
CONCLUSIONES
Cabe señalar que la función directiva de la coordinación, junto con el equipo directivo, debe servir para dar unidad y sentido global a toda acción educativa. No basta con que la gestión del director o el coordinador sea participativa. Su actuar debe ayudar en la función del docente y la relación del alumno-profesor, de tal forma que cada día, se estrechen los lazos de armonía y los valores éticos y morales de todos los integrantes del proceso educativo.
La gestión desde la perspectiva educativa, es la base del proceso administrativo de los recursos didácticos y pedagógicos, además de la organización de la estructura institucional, que buscando la eficiencia y eficacia de la educación, afronte con esmero y dedicación las acciones dentro de la escuela para consolidar programas exitosos frente a los retos educativos que enfrenta la gestión moderna.
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