Estigma
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“Los griegos crearon el término estigma para referirse a signos corporales con los cuales se intentaba exhibir algo malo y poco habitual en el status moral de quien los presentaba. Los signos consistían en cortes o quemaduras en el cuerpo, y advertían que el portador era un esclavo, un criminal o un traidor” (Goffman, 2006).
Los europeos que eran grandes conquistadores y navegantes, llegaron a Asia, África y América e instauraron dicho concepto para dividir a todo aquello que era diferente a ellos. En algunos países de esos continentes todavía existen diversas costumbres que son parte de una cosmovisión y tienen connotaciones culturales, ejemplo de ello es México y las prácticas prehispánicas que aún prevalecen como: el ritual de los voladores de Papantla, el Día de Muertos, el uso del telar de cintura para bordado de prendas de vestir, las danzas del venado, el baile de los Chinelos, el baile del Parachico, etc. Parte de esta cosmogonía fue lo que encontraron los colonizadores al llegar a México y paulatinamente estas prácticas se fueron relegando llegando a ser parte de una minoría.
Actualmente podemos ver como el concepto de estigma creado por los griegos encaja en distintos fenómenos socioculturales, por ejemplo se estigmatiza y discrimina a las personas con una diferencia sexual, un rasgo generado por una enfermedad, un estado civil, (se puede estigmatizar a una mamá soltera o a una mujer divorciada), una condición de raza, por ejemplo los indígenas son las personas que más discriminación sienten en México debido a su condición tanto cultural, como económica; de igual forma, los sujetos con modificaciones corporales generadas por tatuajes o perforaciones, también son estigmatizados, incluso la forma de vestir puede ser objeto de esto mismo.
En el 2014 se llevó a cabo en la Cámara de Diputados el foro “Discriminación y Modificaciones Corporales, Rumbo a la Reforma Constitucional y Laboral”, donde se tocaron diversos aspectos para erradicar la discriminación hacia las llamadas minorías. Ahí Cruz Hernández explico que “Existen dos tipos de discriminación: la positiva, que ayuda a generar acciones y políticas en favor de un sector que se encuentra en desventaja de condiciones, como en el caso de personas con discapacidad. Y la negativa, la cual es muy alta en México y provoca la segregación de quienes son ‘diferentes’ ”.
En el artículo 5 de la Ley para prevenir y eliminar la discriminación del Distrito Federal (ahora Ciudad de México) se señala claramente:
Queda prohibida cualquier forma de discriminación, entendiéndose por esta la negación, exclusión, distinción, menoscabo, impedimento o restricción de alguno o algunos de los derechos humanos de las personas, grupos y comunidades en situación de discriminación imputables a personas físicas o morales o entes públicos con intención o sin ella, dolosa o culpable, por acción u omisión, por razón de su origen étnico, nacional, lengua, sexo, género, identidad indígena, de género, expresión de rol de género, edad, discapacidad, condición jurídica, social o económica, apariencia física, condiciones de salud, características genéticas, embarazo, religión, opiniones políticas, académicas o filosóficas, identidad o filiación política, orientación o preferencia sexual, estado civil, por su forma de pensar, vestir, actuar, gesticular, por tener tatuajes o perforaciones corporales o cualquier otra que tenga por efecto anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, de los derechos y libertades fundamentales, así como la igualdad de las personas.
Algo muy importante para erradicar el estigma social es entender al otro, comprender que la diferencia cultural es el derecho que tiene cualquier persona a poder expresarse y ser como quiera ser, sin que por ello afecte a terceras partes.
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Por Verónica Soledad Rodríguez Rivera.
Referencias:
Goffman, E. (2006). Estigma: La identidad deteriorada. Buenos Aires: Amorrortu.