Los retos del profesorado del nivel medio superior frente a la evaluacion educativa AÑO 1. Número 3
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RESUMEN
Este documento hace referencia a los desafíos y las realidades que viven los profesores de educación media superior, respecto, sobre todo, a la evaluación educativa con enfoque en competencias de la reforma educativa (RIEMS), pretendiendo provocar reflexiones en los lectores.
PALABRAS CLAVE: Evaluación educativa, profesores, reforma educativa, calidad, capacitación.
INTRODUCCIÓN
La educación en México se ha comenzado a transformar poco a poco desde una perspectiva ideológica, desde una posición institucional de estructuraciones básicas y desde la organización nacional del sistema educativo, pero que ha generado cierto desamparo, debido al desarrollo de dicha perspectiva ideológica, así como en la conciencia y preparación del profesorado, donde falta mucho por hacer.
En esta búsqueda de la calidad educativa y de la eficiencia laboral, bajo un enfoque en competencias dirigidas por una oleada de necesidades internacionales y bajo estándares de producción, la valoración es sumamente importante, ya que sólo con una adecuada evaluación podemos conocer con mas apego la realidad; dónde nos encontramos situados en comparación con otros países y sistemas educativos mundiales.
DESARROLLO
La educación de nivel medio superior, que hoy es parte de la educación básica de nuestro país, enfrenta nuevos retos, ya que en ella culmina una serie de esfuerzos de formación necesaria en la vida de los estudiantes que se acercan a una vida laboral activa y que formarán parte de la transformación futura de las condiciones económicas y productivas de México. En relación con esto, hay que señalar que una gran parte de jóvenes egresados del bachillerato no continúan sus estudios universitarios, debido principalmente a problemas de carácter económico y a la falta de cobertura en el servicio educativo superior público.
Los diversos cambios y las transformaciones que los países han venido desarrollando en los últimos años en cuanto a tecnología, ciencia y producción, de alguna manera exigen que la educación formal tenga las capacidades necesarias para formar a los profesionistas-profesionales que requieren las sociedades para coadyuvar en la superación de los retos actuales y en las futuras necesidades que la sociedad vivirá, sin olvidar que una de las figuras principales en los actos educativos de las aulas y centros de capacitación, son los profesores, quienes por años fungieron como los únicos proveedores de educación desde la perspectiva tradicionalista y que ahora ya no tienen la divinidad totalizadora del poder, pero cumplen con funciones primordiales para que junto con los curriculares, instituciones, padres de familia y sociedad, planeen, orienten y entrenen a los individuos que pretenden terminar el nivel medio superior, al tiempo que atienden las demandas que plantean las reformas educativas como “la Reforma integral de educación media superior (RIEMS), dentro del marco curricular común (MCC) que da sustento al sistema nacional de bachillerato, donde se plantean las competencias genéricas, disciplinares y profesionales de le educación media superior (EMS)” (Subsecretaría de educación media superior, 2008), para que posteriormente se promueva la inclusión de los estudiantes egresados al nivel superior o al campo laboral.
Con la reforma integral de educación media superior, la evaluación educativa tiende a ser igual de importante que el proceso de enseñanza y de aprendizaje; no es un elemento más de la educación, sino la educación misma, donde el profesor se manifiesta de manera precisa, congruente y consciente en la recolección de información necesaria que los estudiantes producen, de acuerdo a los objetivos que se tienen que cumplir en cada asignatura del plan de estudios, para así poder administrar en un proceso de análisis criterial, los avances y constructos que aquéllos van adquiriendo, de tal forma que, de manera metódica, el profesor pueda emitir un juicio de valor positivo o negativo según sean los resultados de la evaluación de los aprendizajes que se desea obtener en los matriculados, ya que como mencionan Pidgeon y Yates (1979), “la medida sirve para mejorar la eficacia de la orientación y dirección del proceso de trabajo del alumno, de manera continua, la clase de tratamiento que conviene a sus necesidades y capacidades” (p.18). Así, es sumamente necesario tener parámetros y estándares de niveles de logro con el enfoque en competencias.
Este discurso suena muy interesante, pero más interesantes son los silencios que los siguientes cuestionamientos nos provocaran: ¿Los profesores del nivel medio superior están capacitados para poder evaluar con eficiencia y eficacia, con enfoque en competencias, como lo señala la reforma (RIEMS), a los estudiantes que cursan el bachillerato? ¿El profesorado conoce y utiliza de manera adecuada los instrumentos de evaluación? ¿Cuando los profesores emiten un juicio de valor para poder registrar una calificación, comparan los objetivos que se pretendían en sus asignaturas con los resultados obtenidos mediante su proceso de recolección de información?
Es difícil llegar a una objetividad en la medición del conocimiento y del aprovechamiento en los estudiantes de bachillerato, pero no es imposible transformar los aspectos cualitativos que se demuestran en el aula y en las actividades, en elementos cuantitativos que nos deben acercar más a la realidad, utilizando una metodología adecuada, instrumentos de evaluación objetivos, que superen la conocida crítica de que
lo más común entre los profesores es utilizar la evaluación con el propósito exclusivo de constatar los aprendizajes de sus alumnos para emitir calificaciones que son el monto o el volumen de lo aprendido. Confundiendo la evaluación con la realización de pruebas, la aplicación de exámenes, la revisión de los resultados y la adjudicación de calificaciones que no son otra cosa que una medición del rendimiento escolar (Carreño, 1985, p.27).
Es por eso que es urgente resolver los retos del profesorado del nivel medio superior desde una perspectiva filosófica, en el ámbito de las estructuras institucionales, en la concientización de los propios profesores y en su profesionalización, para así poder ofrecer a los estudiantes un adecuado entrenamiento en el desarrollo de habilidades, destrezas y conocimientos en una dimensión integral. Para tanto, es prioritario capacitar a los cuerpos docentes del nivel medio superior, sobre todo en evaluación de aprendizajes dentro del marco de la evaluación educativa que ocupa un espacio más amplio dentro de la educación.
CONCLUSIONES
La evaluación de los aprendizajes esperados tiene todavía una asignatura pendiente que los profesores deben resolver con mucho más compromiso, buscando mayor eficiencia, eficacia y calidad en apego a estándares internacionales y nacionales, pero sobre todo por medio del buen desarrollo de su función como docentes, provocando aprendizajes en los estudiantes de bachillerato.
BIOGRAFÍA
Subsecretaria de educación media superior. (2008). Competencias genéricas que expresan el perfil del egresado de la educación media superior. México: SEP.
Pidgeon, D. y Yates. A. (1979). Evaluación y medida del rendimiento escolar. Madrid: Anaya/2.
Carreño H. F. (1985). Enfoques y principios teóricos de la evaluación. México: Editorial Trillas.