<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=186146087706618&amp;noscript=1"> Implicaciones Pedagógicas del Estudio de Caso en la Práctica Docente Edición Especial No. 1

Implicaciones Pedagógicas del Estudio de Caso en la Práctica Docente Edición Especial No. 1

13 min de lectura

Autor: Víctor Manuel Mendoza Martínez.

RESUMEN

Este artículo busca clarificar el concepto de Estudio de Caso, analizar su origen histórico en el campo de las ciencias sociales, reconocer su fundamento epistemológico y sus posibilidades de innovación en la práctica docente mediante su vinculación con la transdisciplinariedad. Es también una herramienta muy valiosa para quien se decida a utilizarlo en su práctica docente de forma sistemática y con un permanente sentido de diálogo.

PALABRAS CLAVE: Estudio de Caso, docencia, unidad de análisis, nomotético, ideográfico, transdisciplinaria.

INTRODUCCIÓN
En el ámbito de la práctica docente, gran parte de su desarrollo se sigue realizando de manera acrítica y con parámetros de producción del conocimiento referidos a modelos unilaterales, esto significa que su expresión se remite a formas de acción limitadas, que en la mayoría de los casos se remiten a mantener la situación de dependencia dentro del aula.

Si bien es cierto que el binomio docencia-investigación representa a una tradición y a un conjunto de experiencias innovadoras, actualmente su intervención es muy reducida. En este contexto nace el Estudio de Caso, frente a una problemática que exige la renovación mediante la exigencia de un diálogo para la permanente innovación de la práctica docente.

Este es el problema que aborda este artículo, como un espacio abierto, trata de considerar que la actividad de generación del conocimiento en la práctica docente debe tener una acentuación que implique un sentido de diálogo con diferentes métodos, técnicas e instrumentos que posibiliten la transformación desde un sentido transdisciplinario.

La aplicación del Estudio de Caso como un recurso metodológico en el aula, es un horizonte creativo en el desarrollo de nuevos procesos, la generación de resultados y la evaluación de la gestión del conocimiento.

Los cuestionamientos que proponemos responden las siguientes preguntas: ¿cuál es el origen del estudio de caso?, ¿cuál es su referente epistemológico?, ¿cuál es su metodología? y ¿cuál es su sentido innovador mediante la transdisciplina? La invitación a la lectura de este trabajo tiene como finalidad ayudar a analizar las posibilidades del Estudio de Caso como una metodología para su uso en la práctica docente, que ponga el conocimiento al servicio de la innovación.

Este trabajo es una actualización del avance en las investigaciones desarrolladas sobre el tema (Mendoza 2011 y 2007), sobre todo en lo relativo al Estudio de Caso y su aplicación a la nueva concepción de la transdisciplina (estos trabajos también se pueden consultar en:

http://www.slideshare.net/victormendozamartinez y enhttp://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/varia_75/01_Diaz_V75.pdf

Por último, se invita al lector a desarrollar el Estudio de Caso como parte de su actividad creativa dentro del contexto de su práctica docente, teniendo presente los aportes que esta metodología le puede dar. Sólo mediante la innovación que establece puentes de comunicación con la tradición, se posibilita la acción en un campo fértil de trabajo para la labor educativa. En este sentido, este artículo es una contribución a ese ámbito de posibilidades creativas.

DESARROLLO
Una aproximación a los clásicos del Estudio de Caso
Gunderman (2004) indica que entre los principales pioneros se encuentra Marx y sus estudios sobre el capitalismo en Inglaterra, y Weber y sus investigaciones sobre la ética protestante y el capitalismo -en específico sobre el calvinismo- que pusieron las bases para el desarrollo del Estudio de Caso.

También se puede citar a Durkheim en los estudios sobre el suicidio. Otro de los pioneros en el uso de los estudios de casos fue el médico convertido en psicólogo Sigmund Freud, quien los usó para el posterior desarrollo de su teoría psicoanalítica. Su famosa paciente, Anna O., y sus observaciones detalladas acerca de su condición mediante el uso de la asociación libre como método para el tratamiento de la histeria y otras condiciones, dieron origen al Estudio de Caso en el campo de la Psicología (Gunderman 2004). O con la aparición de los distintos ámbitos de análisis de la “cultura popular” mediante la recopilación de biografías sobre la descripción de la vida de las familias en Europa a finales del siglo XIX y principios del XX, donde aparecen casos específicos que son abordados en gran parte para dejar un conocimiento histórico de la vida cotidiana.

En 1800, en Francia, Itard describió un caso curioso: el niño salvaje de Aveyron. Un niño que al parecer fue abandonado y creció entre animales hasta los siete años en que fue encontrado. Se le llevó a la ciudad para que aprendiera a leer y escribir y todos los modales que la gente civilizada de la época realizaba. A pesar de los grandes esfuerzos de su tutor por instruirlo, él no pudo adquirir un lenguaje que le permitiera comunicarse, sólo entendía por señas; en lo social, solamente se mostraba afectivo con el ama de llaves; y en lo que se refiere al aprendizaje de hábitos propios de la sociedad moderna no sólo no pudo lograrlos, sino que la nostalgia por la vida en la libertad lo llevó a vivir pocos años (Caramon, 2004).

A mediados del siglo XX es Robert K. Merton (1972) quién puso los cimientos para marcar el origen del Estudio de Caso de manera formal dentro de las ciencias sociales. Sus estudios sobre las relaciones entre el puritanismo y su vinculación con el avance de la ciencia en Inglaterra dieron lugar a un reconocimiento de esta metodología como una forma de gestión del conocimiento.

Cabe subrayar que Arzaluz (2005) destaca que un significativo aporte para el reconocimiento y uso del Estudio de Caso lo realizó la Escuela de Chicago con los trabajos de Anderson, Wright y Burguess, que lo aplacaban como recurso central para la etnografía de la naciente sociología urbana.

El Estudio de Caso en la década de los años 80 y 90 tuvo un fuerte desarrollo con las investigaciones encabezadas por Yin (1989, 1993, 1994, 1998), Eisenharrdt (1989, 1991) y que tienen continuidad en los trabajos de Patton (1990), Stoeker (1991), Hamel (1992), Stake (1994), Maxwell (1996, 1998) y Fong (2002, 2005). Destacan asimismo los aportes en el contexto latinoamericano de parte de Ruiz (1996), Sarabia (1999), Bonache (1999), Arias (2003) y Cepeda (2006), citados por Díaz et al. (2011).

La investigación documental que hemos desarrollado nos permite afirmar que son Yin y Stake los clásicos del Estudio de Caso, ya que son ellos quienes han dado un aporte permanentemente citado en los índices bibliográficos del tema. Son los autores que mayor descripción cuantitativa tienen en las referencias, sobre todo durante mediados y finales del siglo pasado. Este dato nos hace afirmar que son ellos los “grandes autores clásicos del Estudio de Caso”.

Stake (1980) indica que esta metodología parte del supuesto de que es posible conocer un fenómeno estudiado partiendo de la explicación intensiva de la unidad de análisis, donde el potencial heurístico está centrado en la relación entre el problema de investigación y la unidad de análisis, lo que facilita la descripción, explicación y compresión del sujeto/objeto de estudio. El investigador en el estudio de caso debe, en un inicio, reconocer la unidad/ sujeto/ objeto de estudio, que puede ser una persona, una organización, un programa de estudio, un acontecimiento particular o una unidad de análisis documental.

En materia educativa pueden ser casos potenciales, un alumno, un profesor, una clase, un programa de investigación, un modelo, el ejercicio de una práctica docente, una institución educativa, un material bibliográfico específico o un proceso de aprendizaje. “El estudio de caso busca la solución a la problemática presentada en la unidad de investigación que puede ser un solo individuo, una familia, un grupo escolar e incluso una institución” (Caramon 04: 40). O como plantea Murueta, “El estudio de caso como método examina y analiza profundamente la interacción de los factores que producen cambio o crecimiento” (Murueta, 2004).

Es muy difícil predecir cuál será la tendencia de esta metodología. Como hipótesis de trabajo, consideraremos que su desarrollo está en línea de la interdisciplina y la transdisciplina ¿Qué significa esta afirmación? Es una invitación a considerar que el Estudio de Caso puede ser ese ámbito de producción de conocimiento que atraviesa los espacios empíricos, normativos y valórico-interpretativos.

El referente epistemológico del Estudio de Caso

Existen diferentes criterios epistemológicos para entender y fundamentar los Estudios de Caso. Uno de ellos es aquel que habla del modelo explicativo en función de lo cuantitativo y cualitativo. Este horizonte aporta sustancialmente a los principios epistemológicos de esta metodología.

Con el Estudio de Caso encontramos que el par conceptual ciencias nomotéticas e ideográficas resulta una temática innovadora para darle fundamento epistemológico, Weber precisa, en su obra Economía y Sociedad, que las ciencias pueden ser clasificadas como “Ciencias Nomotéticas” (las de la naturaleza, construidas con leyes de regularidad empírica) y las “Ciencias Ideográficas” (las históricas y culturales, en las que hay un “caso único” donde el acontecimiento prevalece sin leyes repetibles y constatables) a través de la construcción de tipologías ideales, los “tipos ideales”, que sirvan para clasificar las regularidades y establecer la generalizaciones (Mendoza, 2012).

De manera específica, las ciencias nomotéticas se definen como:

Aquellas disciplinas que intentan llegar a establecer leyes en el sentido, algunas veces, de relaciones cuantitativas relativamente constantes y expresables en forma de funciones matemáticas, pero también en el sentido de hechos generales o de relaciones ordinales de análisis estructurales, etcétera, traduciéndose por medio del lenguaje ordinario o de un lenguaje más o menos formalizado (Hughes 1987).

Mc Kernan dice al respecto:

El estudio de caso se ha convertido en una técnica de investigación (ideográfica) que es muy célebre en la investigación científica, como testifica su aumento en campos tan diversos como la antropología, la educación, el derecho, el trabajo social, la medicina, la psicología y la psiquiatría, por nombrar sólo unos pocos. El estudio de caso es una recogida formal de datos presentada como una opinión interpretativa de un caso único, e incluye el análisis de los datos recogidos durante el trabajo de campo y redactados en la culminación de un ciclo de acción o la participación de la investigación” (2001).

Observemos sus características, de manera comparativa, en el siguiente cuadro:

Se aprecia que el fundamento epistemológico del Estudio de Caso tiene un principio que puede ser comprensivo-explicativo y está centrado en las ciencias de carácter ideográfico, ya que éstas tienen por objeto el estudio de los fenómenos en los que intervienen las personas actuando en grupos organizados como unidades que reflejan los diferentes caminos para la obtención de los datos y que tienen gran relevancia sobre todo la forma en que los datos se utilizan para investigar cuestiones de interés para el desarrollo a partir de situaciones particulares.

Esto significa que el Estudio de Caso debe mantener a los participantes como sujetos del proceso de cambio y que la novedad en su sentido epistemológico le da actualidad en el contexto de su uso en la práctica docente.

Su carácter transdisciplinario, por ser particular y servir de referente crítico a la generalización del conocimiento lo convierte en un recurso del saber que permite captar una lectura oblicua de la realidad y no solamente lineal (Mendoza 2013).

El creciente aumento de campos del conocimiento en todos los órdenes, implica el reconocimiento de nuevas concepciones para las fronteras del conocimiento. Esto significa una inteligencia que dé cuenta de la dimensión planetaria en el reconocimiento de los conflictos actuales y los riesgos de poner la vida de la humanidad frente al desafío contemporáneo de la autodestrucción material y espiritual de nuestra especie.

La metodología del Estudio de Caso

Uno de los aspectos más importantes para la elaboración de un Estudio de Caso, se refiere a los procedimientos que se deben realizar para cumplir con los objetivos de un estudio así y su vinculación con la práctica docente. Uno de los propósitos de este artículo es reflexionar sobre los pasos para el desarrollo de esta metodología.

Es pertinente indicar que todo estudio de este tipo implica la inmersión en un hábitat específico que tiene como condicionante para su realización el estar problematizada mediante el cuestionamiento, la llamada unidad de análisis en la cual se centra el trabajo de investigación.

Como principio, no sólo debemos centrarnos en la uniformidad, sino que la especificidad de un estudio, dadas por su carácter heterogéneo. Un Estudio de Caso está en una permanente relación de ser necesario y suficiente, pero simple y complejo, en el marco de las acciones humanas.

La metodología del Estudio de Caso es:

“Un enfoque que ve cualquier unidad social como total. Casi siempre esta forma de proceder incluye el establecimiento de dicha unidad que puede ser una persona, una familia, un grupo social, un conjunto de relaciones o procesos –tales como las crisis familiares, ajuste a las enfermedades, formación de amistades, invasión étnica de un barrio- o también una cultura” y agrega, “…es una forma de organizar los datos sociales de modo que se conserve el carácter unitario del objeto social que se está estudiando” (Balcázar, 2010).

Está centrado en particularidades que requieren ser delimitadas en el tiempo y el espacio del sujeto/objeto de estudio. Estamos tratando con casos representativos, en cualquiera de sus modalidades el investigador está obligado a comprender el caso en su especificidad. Así entonces, éste se identifica en su diacronía por sus antecedentes y en su sincronía por los elementos que lo constituyen para saber sus relaciones.

Las unidades de análisis pueden ser histórico-organizacionales (génesis y estructura institucional), etnográficas en pequeña escala (estudios de unidades mínimas de actividades organizacionales), comunitarias (estudios de unidades barriales, comunidad de vecinos, jóvenes, comerciantes), biográficas (estudios en profundidad a partir de la narración-significado-resignificación), observacionales (técnicas de observación participante) y situacionales (estudios de sujetos individuales).

¿Cómo determinar una unidad de estudio para una práctica docente? En el “caso de estudio” la selección del sujeto/objeto de estudio es arbitraria y depende más de la cercanía temporal y física, para el Estudio de Caso, la heterogeneidad es lo fundamental. Nuestra capacidad para situarnos en la heterogeneidad determinará la selección adecuada de la unidad de análisis. Siendo conscientes de las tendencias y de los puntos que conforman una línea con grados que se corresponde en modalidades, esto es necesario pero no suficiente porque es lo inédito lo que distingue a lo altamente significativo.

La transdisciplina en el Estudio de Caso

Como vimos en los apartados anteriores, esta metodología será siempre una posibilidad para el trabajo de transformación social de todas las formas que están reduciendo la vida del sujeto/objeto. Esta situación problemática está centrada en el hecho de que el investigador decida comprometerse con los problemas de la transformación social.

En este marco de ideas, el Estudio de Caso más que una técnica o una metodología es un espacio de diálogo que centra uno de sus intereses principales por la preocupación de poner los conocimientos al servicio de la humanidad en sus necesidades de vida plena.

El reconocimiento por un sujeto/objeto pleno de vida, corresponde al sentido ético del estudio que problematiza la acción transformadora. Un Estudio de Caso que tenga como criterio ético otra forma de pensar cuya unidad de análisis esté siempre puesta en crisis por la “vulnerabilidad del sujeto” como experiencia de vida y la puesta al servicio de los conocimientos para la transformación, estará vinculado por el sentido ético como principio y fin.

Responder a esta forma de sensibilidad, significa haber aprendido que estamos dentro de un mundo “ancho”, “caótico” y en “conflicto”. Si la pregunta sobre la selección de la unidad de análisis en este tipo de estudios está enfocada a la heterogeneidad (y ya no es solamente un problema metodológico), se hace necesario reconocer que ésta se corresponde directamente con el principio de vida.

Nuestra vida como un conjunto de energías humanas que cooperan directa e indirectamente para el desarrollo de la existencia. El Estudio de Caso tiene un sentido ético en la medida en que es leal y capaz de poner el conocimiento al servicio de la solidaridad y ayuda mutua frente al dolor ajeno, asimismo abre el horizonte de comprensión sobre nuestra posición crítica en torno a las causas que producen los límites de la vida plena y el compromiso por articularse con los efectos transformadores.

El Estudio de Caso está éticamente sustentado, entre la tensión de nuestro deseo de vivir y la vulnerabilidad que nos conduce a la responsabilidad ética por la transformación. En este sentido, se hace principio y fin de nuestra tarea de investigación.

CONCLUSIONES
Mucho está ocurriendo actualmente en el ámbito de la producción del conocimiento y sobre todo de su aplicación en el marco de la práctica docente; cambios en la política educativa que inciden directamente en la gestión y los procesos de enseñanza – aprendizaje dentro del aula, procesos tecnológicos que exigen cambios en el quehacer educativo, en las características de los agentes del proceso, y en la estructura de contenidos y estrategias a desarrollar.

Tanto investigadores, docentes y administrativos están probando herramientas, procesos y técnicas educativas que requieren de un proceso metodológico claro y concreto que permita establecer las bases para que los cambios ocurran, no al azar, sino como resultado de una construcción científica válida que ayude a otros que se encuentren en situaciones parecidas.

El Estudio de Caso responde a este momento particular, por ello se ha revisado el concepto e identificado los elementos que permitirán en el ámbito de la Investigación Educativa, contar con una herramienta metodológica que se adapta a su tarea cotidiana, así como al proceso de gestión del conocimiento.

La revisión epistemológica nos permitió, no sólo tener más claro el concepto, sino visualizar sus alcances como herramienta metodológica que permita realizar investigaciones que cumplan con el rigor científico adecuado, ofreciendo validez y confiabilidad en sus resultados.

El futuro del Estudio de Caso está en el concepto de interdisciplina y transdisciplina que forma hoy el carácter innovador de las ciencias sociales y en especial de la práctica docente.

Si queremos darle a la práctica docente un carácter innovador en el siglo XXI, es necesario reflexionar sobre esta metodología como un campo de conocimiento nomotético y transdisciplinar que permite la innovación, pero también exige asumir nuevos marcos epistemológicos acordes con la sociedad del conocimiento y la responsabilidad ética.

BIBLIOGRAFÍA
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Balcázar Nava, P., González Arratia, N. G. y Peña, M. G. (2010). Investigación cualitativa (2ª ed.). México: Universidad Autónoma del Estado de México.

Caramon Arana, M. C. y Martínez Martínez, J. A. (2004). La investigación de la enseñanza a partir del estudio de caso y el trabajo de caso. En Murueta, M. E. Alternativas metodológicas para la investigación educativa. México: Centro de Estudio Superiores en Educación.

Díaz de Salas, S. A., Mendoza Martínez, V. M. y Porras Morales, C. M. (2011). Guía para la elaboración de estudio de caso. Razón y palabra, (75). Recuperado de: http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/varia_75/01_Diaz_V75.pdf

Gunderman, H. K. (2004). El método de los estudios de caso. En Tarrés, M. L. Observar, escuchar y comprender sobre la tradición cualitativa en la investigación social. México: El Colegio de México.

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McKernan, J. (2001). Investigación acción y currículum (2ª ed.). Madrid: Morata.

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Stake, R. (1980). Investigación educativa con estudio de caso (5ª ed.). Barcelona: Paidós.