Gobernanza y liderazgo en los centros de desarrollo educativo (cede) AÑO 1. Número 3
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RESUMEN
En los Centros de Desarrollo Educativo (CeDE), al concepto de liderazgo se suma el de gobernanza. El primero es considerado como competencia clave para conducir procesos de transformación de la gestión educativa, y el segundo denota gobernación, empero, con la participación de diferentes actores sociales. De acuerdo con lo anterior, el trabajo aislado y la subordinación a las decisiones del “viejo” gobierno no son suficientes, lo que implica necesariamente la práctica del nuevo concepto: la gobernanza.
PALABRAS CLAVE: Centros de Desarrollo Educativo, gobernanza, liderazgo, autoridades.
INTRODUCCIÓN
Como gestores estratégicos del cambio educativo, a los supervisores se les pide identificar las prácticas de liderazgo como una de las competencias sociales para la transformación de la gestión escolar. A diferencia de la gobernanza, el liderazgo es un tema ampliamente trabajado con algunas novedades como los enfoques distribuido, (Murillo, 2006), sostenido de Hargreaves (2008), o el de tipo transformacional de Bass (1985). Empero, ahora dentro de los nuevos CeDE en San Luis Potosí, con la articulación de los niveles educativos de educación básica a escala regional, se demanda resolver problemas de interés para la calidad, mejora del logro educativo, inequidad, a través de un Plan Estratégico de Transformación Regional (PETER) que considera a la gobernanza entre otros componentes fundamentales.
DESARROLLO
A todo esto, ¿qué es gobernanza? ¿Cómo surge? ¿Es necesaria? ¿Quiénes se involucran? ¿Puede haber gobernanza sin gobierno? ¿A quién molesta este nuevo concepto? ¿Por qué surgió la idea de que hay que gobernar de otro modo? En seguida se intentan resolver estas interrogantes.
De acuerdo con Aguilar (2010), experto en el tema y fuente principal para elaborar este articulo, la gobernanza es un concepto nuevo (aunque su definición ha ido cambiando con el tiempo). La gobernanza es el proceso de gobernar, de dirigir al pueblo; se dirige a la sociedad mediante servicios públicos; al pueblo a través de leyes, de políticas, mediante gasto público, evidentemente, por medio de la gestión pública o de servicios públicos que son uno de sus componentes.
Si el proceso de dirigir tiene una dirección intencional e institucional, entonces la gobernanza está orientada hacia una relación institucional, hacia ciertos objetivos futuros. De ahí que además de la dimensión institucional orientada a ciertos objetivos, por una parte, por otra tiene una relación causal con la acción. A decir de Aguilar (2010), no tiene mucha importancia la definición, sino cómo se construye; quizás anteriormente existía la vieja gobernanza en la que el gobierno era el actor principal, el dominante por sí mismo y por sus burocracias.
Si la vieja gobernanza prácticamente era dirigida por la burocracia, la sociedad estaba a la expectativa como público. En cambio, la nueva gobernanza toma en cuenta la sociedad en conjunto, la cual también define los objetivos a concretar y cómo se van a realizar; algunas veces incluso con la intervención de particulares en la burocracia del gobierno.
Existen muchas políticas públicas, muchos servicios y programas que no son producidos por la cúpula gubernamental, federal, estatal, sino que ahora existen entre el público y dependen de autoridades diversas como las sindicales, el magisterio, padres de familia, entre otras. La gobernanza es el producto de una coparticipación igualitaria y frecuente de usuarios, como pueden ser los alumnos. Ahora se está en este esquema pionero de la nueva gobernanza.
¿Por qué surgió la idea de que hay que gobernar de otro modo? Aguilar (2010) nos dice que muchos factores son endógenos al gobierno; que se han visto reformas administrativas y que ha habido una serie de reformas de transición a la democracia. Se está teniendo una transformación; hay una serie de cambios al interior del Estado; se han desregulado ciertas cuestiones.
¿Basta sólo el gobierno o es necesaria la intervención de otros actores? De acuerdo con Aguilar (2010), también hay cambios desde la sociedad, algunos de los cuales son muy críticos del gobierno. Señala, por ejemplo, que la crisis de México agudizó la pobreza; se impulsaron migraciones; fueron momentos críticos. Por otro lado, se rompió la creencia que se tenía de que toda acción del gobierno era del gobierno; ahora existen políticas diferentes. Se sabe que las diferentes clases pueden gobernar, que los gobiernos no pueden solos y que no toda acción del gobierno es acción del gobierno. Se aprendió de la crisis. Esto llevó el país a la democracia.
A la par de la globalización y el mercado que han cambiado, existe y se ha ganado una sociedad más civil e independiente, más interesada en participar en las decisiones del gobierno. Sin embargo, se reconoce que el gobierno es necesario para dar dirección a la sociedad, aunque es insuficiente, pues ya no cuenta con los recursos políticos, económicos, organizativos, morales suficientes para seguir solo.
La SEP es necesaria, es imprescindible, pero es insuficiente. Los profesores, padres de familia y alumnos piensan, y no se puede dejar que el gobierno decida por sí solo Se necesita personal activo que tome decisiones. A esto se debe que los cambios endógenos y exógenos surjan; por eso llega la gobernanza. A decir de Aguilar (2010), el gobierno es un actor necesario pero insuficiente.
¿Qué capacidades y actitudes se requieren para gobernar mediante la coordinación y el acuerdo? Cuando se gobernaba del modo anterior o se prestaban los servicios, el gobierno era dominante, predominante, difícilmente había actores sociales y económicos que se opusieran a sus decisiones. Ese estilo era subordinado. Hubo logros pero fue cuestionado; se comprobó que la subordinación no era el mejor modelo para gobernar. En cambio, un nuevo modo es coordinar antes que subordinar; ahora se suponen aptitudes y capacidades para gobernar, esto presume diálogos, discusiones, aclaraciones entendimiento. Tarde o temprano existirá un líder que coordine posiciones encontradas. En la gobernanza no se pierde jerarquía, sino que se cuenta con otras formas de actuar.
Antes sólo se resolvía mediante mando; ahora mando y control ya no más. Ahora se decide por acuerdo. Se trata producir y aceptar reglas y procedimientos formales de acceso, reglas y procedimiento de discusión, de negociación. Cuando todo está centrado en el acuerdo, no se podrá seguir sin reglas. Habrá que aprender a negociar, a discutir; se requerirán líderes morales, no líderes políticos. La confianza se tendrá en normas y procedimientos de conducta. Todo esto significa un gran salto más allá de mando y control; ahora todo será por acuerdo. Habrá que producir reglas y procedimientos de conversación, de discusión, pues cuando no hay acuerdo no hay conclusión.
CONCLUSIONES
La gobernanza no es una panacea. Como dice Aguilar (2010), hay que evaluarla. No será más efectiva ni más responsable en sí misma; entonces, debe ser evaluado su desempeño. Evaluar que los servicios que se ha decidido realizar sean pertinentes y se correspondan con los padres y alumnos; evaluar si los desempeños son eficaces, si se mejora la vida. La evaluación llevará a otro tema: el de la responsabilidad y rendición de cuentas.
El término de gobernanza enuncia un equilibrio con sentido de dirección en el que no basta el gobierno, sino que se requieren apoyos financieros de otros actores y su liderazgo. Hoy se está en la frontera de la nueva forma de gobernar. A pesar de usarse el término de forma creciente, ¿responderán los actores sociales a la nueva responsabilidad de la gobernanza?
BIOGRAFÍA
Aguilar V., Luis F. (2010). Gobernanza. México: Flacso-México.
Bass, B. M. (1985). Leadership and performance, beyond expectations. U.S.A.: The Free Press.
Hargreaves, A. y Fink, D. (2008). El liderazgo sostenible. Siete principios para el liderazgo en centros educativos innovadores. Madrid: Morata. Flacso- México.
Murillo, J. (2006). Una dirección escolar para el cambio: del liderazgo transformacional al liderazgo distribuido. REICE. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4.