El Mediterráneo y su ácida amenaza
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Actualmente las condiciones del planeta corren altos riesgos por el alto deterioro de los ecosistemas, tierras y aguas lo padecen. Las especies corren peligros y los seres humanos entre ellas.
Las aguas de mar Mediterráneo se calientan y acidifican a velocidades nunca antes registradas. Esta es la principal conclusión a la que llegaron los integrantes del proyecto MedSea. El grupo de 110 investigadores de 12 países realizó un estudio durante tres años y medio y concluyó que este calentamiento se debe a las altas emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, por lo que la diversidad de especies marinas se encuentra en peligro inminente frente a lo que le ocurre al Mediterráneo.
Patrizia Ziveri, investigadora del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona y coordinadora del proyecto indicó que una cuarta parte de todo el CO2 que se emite a la atmósfera de nuestro planeta es absorbido por el Mediterráneo, además de que el CO2 cuando se combina con el agua acidifica los océanos.
Ziveri declaró que “Hasta este estudio no sabíamos nada sobre los efectos combinados del calentamiento y la acidificación del mar Mediterráneo, y ahora sabemos que estamos ante una doble amenaza muy seria para nuestros ecosistemas marinos” de todo el Mediterráneo.
Según esta investigación, en el Mediterráneo se incrementó la temperatura en un promedio de 0,67 grados durante los últimos 25 años. La acidez en el agua aumentó 60% desde la revolución industrial, un 10% los últimos 20 años, y se espera un crecimiento que registre hasta el 152% para fines del siglo XXI.
Lo problemático de esta acidificación marítima es que junto con el calentamiento global afectará la pesca, los ecosistemas, la acuicultura y el turismo, de acuerdo con declaraciones de Ziveri, “La acidificación está alterando la vida marina del Mediterráneo” y pone en peligro especies como el coral rojo, los arrecifes de vermétidos, el fitoplancton, el zooplancton, las praderas submarinas y los cultivos de moluscos bivalvos, entre otros.
La advertencia está lanzada y se requiere reducir las emisiones de CO2 porque la migración de algunas especies y la muerte de ciertos organismos durante el verano confirman los efectos del calentamiento y la acidificación del Mediterráneo.
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