Cuenca del río Grijalva: alternativas y gestión administrativa. Año 2. Número 6
18 min de lectura
Autor: José Manuel González Padrón.
Resumen
El presente artículo está dirigido a sentar los fundamentos y precedentes para optimizar el aprovechamiento del recurso hidráulico de la cuenca del río Grijalva, ubicado en el sureste mexicano. También pretende evidenciar que el sentido sur a norte del flujo de la cuenca puede cambiarse e incentivar la investigación para el máximo aprovechamiento de los recursos naturales implícitos en el caso.
Palabras clave: Gestión, recursos hidráulicos, inundaciones, generación, energía, desarrollo, sustentable.
Introducción
Durante los últimos 20 años dos grandes inundaciones han ocurrido en la región norte de Chiapas y en la planicie de Tabasco, con extremo impacto en la ciudad de Villahermosa, concretamente en los períodos otoñales de los años 1999 y 2007. Tales inundaciones se han atribuido a la población en general y debido al flujo hidráulico del sistema de presas que opera en el Alto Grijalva bajo condiciones de lluvia extrema y fenómenos hidrometeorológicos.
La generación de energía eléctrica en el tren de presas del río Grijalva asciende a casi 5000 megavatios (MW) que son inyectados al sistema nacional administrado por la CFE, que para diciembre de 2008 aportaba 42.3% de toda la capacidad hidroeléctrica instalada en México. Además, este sistema administra los escurrimientos hidráulicos en gran parte del sureste mexicano.
Este trabajo está dirigido a poner en duda el único sentido de flujo de la cuenca en cuestión, promoviendo investigaciones acerca de la posibilidad de diseñar, de instalar y de poner en marcha infraestructura y equipo que permitan un canal alterno en sentido norte a sur, que además de facilitar la administración de la cuenca, permitan un mayor aprovechamiento de la capacidad de generación de energía eléctrica y de los excedentes de captación de agua para ser aprovechados en otras regiones del país.
Cambiar la idea del flujo unidireccional de las captaciones hidráulicas del centro y norte de Chiapas pretende beneficios de distinta índole: la continuidad de la generación eléctrica depende de la estabilidad de las centrales hidroeléctricas, ya que la disparidad en los volúmenes de captación implica consecuencias inmediatas en la generación, debiéndose detener, interrumpir o fraccionar en condiciones anormales del nivel hidráulico, ya sea en demasía o con bajo nivel; evitar importantes erogaciones en materia de apoyo social a comunidades afectadas; además de los costos requeridos para la rehabilitación de la infraestructura afectada.
Este cambio implica un flujo alternativo al flujo natural de la cuenca. Lo anterior se fundamenta en las condiciones geográficas, así como en la capacidad tecnológica para lograr estabilizar el caudal y no depender de la acumulación de volúmenes para asegurar niveles que permitan la generación constante de energía, y que no sea necesaria la acumulación de embalses que podrían representar un riesgo cuando se susciten eventos hidrometeorológicos no pronosticados.
La presa La Angostura, donde se encuentra la Central Hidroeléctrica Belisario Domínguez, operada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), está ubicada en el estado de Chiapas, México. Su embalse está distribuido en el municipio chiapaneco de Venustiano Carranza y sigue el cauce del río Grijalva, conocido en el inicio de la planicie tabasqueña como “Viejo Mezcalapa”. Su infraestructura de generación es capaz de suministrar 900 MW, ya sea para consumo nacional o para exportación. Fue puesta en operación en 1976 y puede contener casi 11 mil millones de metros cúbicos (mm3) de agua, con una altura de cortina de 143 metros, ubicada a 500 metros sobre el nivel del mar y es administrada por la Región Frontera Sur de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La fuente más importante de generación eléctrica sustentable y alejada del uso de combustibles fósiles en México es aquella que proviene de las presas, transformando la energía potencial (del desnivel provisto por la orografía particular donde se ubican) en energía cinética que se hace cruzar a través de las álabes de enormes turbinas generadoras. El resultado final, además de la energía producida, es el alivio de los embalses y el flujo controlado río abajo. Si la captación es demasiada es necesario liberar los volúmenes excedentes a través de compuertas alternas que ejercen menos control sobre los flujos y que suelen ocasionar daños debido a las inundaciones en ubicaciones posteriores a su nivel de altura sobre el nivel del mar.
Tanto la CFE como la Conagua establecen a la presa Belisario Domínguez como la de mayor capacidad en captación de agua del país, su infraestructura de captación de agua y generación eléctrica en la época contemporánea se ha caracterizado por inversiones estratégicas a largo plazo. Tal infraestructura hidráulica ha sido históricamente un medio para equilibrar recursos y satisfactores, en la búsqueda de estabilidad y sustentabilidad. Para este caso, la influencia geográfica de la presa La Angostura ocupa más de 100 km lineales y una superficie de 64,000 hectáreas. La cuenca del río Grijalva ocupa aproximadamente 52,600 km2. Además, inicia el tren de presas del Alto Grijalva, que en su conjunto posee una capacidad instalada de 4,800 MW, en conjunto con las presas Chicoasén, Mal Paso y Peñitas, instaladas en ese orden, en sentido sur a norte de la cordillera que delimita a Chiapas y Tabasco.
En el período comprendido entre octubre y diciembre de cada año, las lluvias, las inundaciones y sus afectaciones azotan a todo el sureste de México, principalmente a Tabasco y Chiapas, y en menor medida a Oaxaca y Veracruz. Durante el otoño se acumulan registros crecientes de damnificados, daños a la infraestructura, pérdidas materiales e incluso humanas, de fauna salvaje, agropecuaria y doméstica.
La operación de un tren de presas sobre el mismo cauce obliga a definir las “curvas guía” que se refieren a cotas de llenado que no deben ser sobrepasadas de acuerdo a una calendarización rigurosa y estricta basada en estadística, hidráulica, mecánica de fluidos y otras importantes consideraciones, tanto teóricas como prácticas, que establecen organismos que encabezan el Consejo de Vigilancia de las Hidroeléctricas del Alto Grijalva: la Conagua, la CFE y los ejecutivos de los estados de Chiapas y Tabasco. Estos complejos modelos matemáticos, que usualmente no son compartidos con la población civil, indican que no es seguro superar 65% del nivel de los embalses, lo que implica desaprovechar 35% de la energía potencial del flujo hidráulico susceptible de transformarse en energía eléctrica sustentable y a bajos costos de producción.
Imagen 1. Presas del sureste mexicano (tomada de Google Earth, 2014).
La extensa zona de contención de aguas de la presa La Angostura se extiende en la depresión central de Chiapas, acotada por la Sierra Madre, los altos y las montañas del norte de Chiapas. Es en esta zona donde la precipitación es la máxima del país, llegando a ser de 4000 milímetros (mm) anuales. Su posicionamiento satelital está acotado aproximadamente por las coordenadas 16°24’03’’ de latitud norte y de 92°46’40’’ de longitud oeste.
La altura de la cortina de la presa y su máximo nivel de llenado es de aproximadamente 543 metros sobre el nivel del mar, con una ladera de contención al sur de 600 metros de elevación. El primer obstáculo es atravesar dicha cordillera de 30 km de longitud en el extremo suroeste de la presa.
La cuenca hidrológica de la Frontera Sur con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, administra los distritos de riego del área de la presa la Angostura. Se contabilizan 1800 hectáreas de riego, que corresponden a 800, 650 y 350 hectáreas catalogadas como de primera, de segunda de temporal y de uso común respectivamente. La riqueza hidráulica de la zona, así como la administración del agua ha permitido aprovechar la producción agrícola y piscícola en un nivel incipiente, así como en forma paralela y a niveles industriales la generación de energía eléctrica.
La población asentada en la zona de la presa es de muy baja concentración demográfica, ya que aunque en la comunidad de La Angostura se encuentran 8000 habitantes, y no está concentrada en la zona de la infraestructura del dique o la cortina, ya que su orografía es complicada y las vías de comunicación no están plenamente desarrolladas. La comparación geográfica y la concentración demográfica indican que existe mayor población y actividad económica en la planicie que integran el norte de Chiapas y todo el estado de Tabasco contra la discreta franja del sureste de Chiapas, acotado por la cordillera y el Océano Pacífico, que asciende a 30 km lineales de orografía elevada en descenso y 50 km de planicie hasta el mar.
Entonces, el hecho de existir condiciones sobre las cuales se aprecian flujos sin control por las compuertas alternas y vertederos; la necesidad de desfogar volúmenes sin hacerlos pasar por las turbinas como precaución a las acumulaciones durante la estación de monzones avizora soluciones que incluyen la generación estable y eficiente de energía eléctrica; aprovechamiento del exceso de aguas para riego y consumo humano; y el abatimiento casi total de inundaciones en la cuenca aun en condiciones de huracanes y frentes fríos.
El análisis económico es complejo aunque parte del presente sustento: la generación de energía eléctrica. La operación de las presas está supeditada a las curvas guía (los niveles de seguridad para la operación de las mismas). Esto significa que es necesario mantener niveles que aseguren la generación de energía y los niveles de contención de escurrimientos durante fenómenos hidrometeorológicos. Estos fenómenos pueden tener una duración de hasta 90 días, por lo que es necesario desfogar todas las presas del sistema en forma escalonada para evitar inundaciones y catástrofes. El nivel de generación que se deja de realizar debido a estas necesarias condiciones de seguridad puede ascender a casi 7000 millones de KW-hora, que a costos internacionales de casi $1.50 pesos mexicanos implica una afectación económica cercana a los $10,000 millones de pesos por cada período de afectación meteorológica. La falta de este ingreso representa pérdidas a las finanzas públicas que no son captadas por el sistema de recaudación de la CFE ya sea para consumo interno o exportación a través de convenios internacionales con Estados Unidos y países vecinos de Centro América sólo en un evento de perturbaciones tropicales o nortes que asolan la región durante casi todo el año.
En cuanto a los costos derivados de apoyo social, cada año las administraciones públicas federales, estatales y municipales erogan cuantiosos recursos económicos para resarcir las afectaciones a la población y a las autoridades en sus personas, en bienes y en infraestructura de todo tipo: agrícola, ganadera, comercial e industrial. Como un dato enunciativo pero no limitativo, el gobierno de Tabasco presentó al Fondo Nacional de Desastres (FONDEN) después de las inundaciones de 2010 más de $7,000 millones de pesos antes de considerar gastos de apoyo a alimentación y cobijo de la población afectada, que sumó alrededor de 200,000 damnificados y se solicitó declarar en Tabasco a 14 de los 17 municipios como zonas de desastre. Es importante mencionar que cada nivel de la administración pública debe erogar de su presupuesto autorizado importantes recursos que a menudo deben ser descontados de los planes de desarrollo regional, lo que resulta en cancelación de programas, pérdida de empleos y disminución del Producto Interno Bruto de las regiones.
Existen condiciones adversas y complejas a considerar, aun con los mejores escenarios de éxito. La ruta de evacuación alterna podría modificar el ecosistema ubicado en el área de influencia del canal y a kilómetros a la redonda. También existirían efectos ambientales que podrían resultar adversos si no son correctamente administrados e incluso contemplados, como la permeabilidad hídrica al suelo, la flora, la fauna, los asentamientos humanos o la afectación a la infraestructura en todas las etapas involucradas. Lo anterior incluye las primeras incursiones de ubicación, la remoción de flora y fauna, la perforación, el mantenimiento y la conservación.
A pesar de la demostración científica mediante numerosos análisis e investigaciones hidrometeorológicos del ciclo del agua de la naturaleza en sus fases atmosféricas relativas a la evaporación, condensación y precipitación; así como la terrestre, que tiene que ver con la distribución de la lluvia, infiltración y derramamiento superficial; que han derivado en importantes inversiones en infraestructura de contención de inundaciones y de protección a la población y sus bienes; cíclicamente los daños causados por temporales atípicos son cada vez más graves y demandan cuantiosas erogaciones para afrontar las catástrofes derivadas.
El nivel histórico de precipitaciones supera los 200 mm de lluvia en la temporada de afectación tropical y frentes fríos (seis meses cada año), entre los meses de septiembre a febrero del siguiente año se suman las condiciones orográficas que motivan el escurrimiento de lluvias de todo el norte de Chiapas hacia la planicie tabasqueña en condiciones de flujo superiores a 7000 m3 por segundo sólo sobre el río Grijalva, al que se suman otros cauces de volumen menor pero con condiciones de inmenso daño, dejando una estela de daños, afectaciones y consecuencias mortales en la población, causando pérdidas millonarias tanto a la población como a la administración pública en todos sus niveles de gobierno.
Con respecto del desalojo del excedente del embalse, 35% del mismo asciende a 6,910 mm3 y se realizaría en menos de 40 días mediante un canal con capacidad de flujo de 200 m3 por segundo, capaz de desviar en un día 17.28 mm3. Esta situación aseguraría mantener ininterrumpidamente la generación eléctrica, ya que es posible que el tren continúe operando con 70% del nivel de las curvas guía. Las condiciones de emergencia pueden reducirse a una previsión de sólo una semana, dado que 5% del nivel de embalse podría ser desalojado por el canal alterno diseñado para 200 m3 por segundo en seis días.
El tren de generación eléctrica del sistema de presas se interrumpe por razones de flujo, ya sea desfogando excedentes o interrumpiendo caudales; ya sea por exceso o falta de nivel de agua; del tal manera que una trayectoria adicional de desfogue con energía potencial puede ser aprovechada para mayor generación eléctrica. Se abre la posibilidad de enviar agua para fines domésticos, comerciales e industriales al centro del país, que hoy depende casi exclusivamente del sistema Cutzamala. Este argumento se sustenta ya que el desfogue alterno no será necesario antes de la temporada de precipitaciones para poder captar los niveles de escurrimiento subsecuentes, asegurando la generación continua de electricidad de casi 5000 MW de infraestructura de generación ininterrumpida salvo en los períodos de mantenimiento.
El hecho de dirigir esfuerzos, investigación y reasignación de presupuestos por los Consejos, Comisiones y diversas autoridades del agua, así como Colegios, Institutos y Universidades no requiere inicialmente recursos adicionales. Por ello esta investigación se sustenta en las ciencias administrativas, pretendiendo usar herramientas y capacidades para cambiar la idea del flujo de la cuenca de sur a norte.
Para tal fin, desarrollaremos con base en estrategia, análisis de factibilidad; y fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas; un estudio del comportamiento humano; abordaje de la administración pública y la legislación relativa a las aguas nacionales; la factibilidad financiera y social; los métodos cualitativos y cuantitativos; la ingeniería financiera y de productividad, administración de operaciones y estrategias de acuerdos sociales y políticos.
Desarrollo
Es imprescindible y posible cambiar la idea del flujo de sur a norte de la cuenca del río Grijalva desde el punto de vista de las autoridades, las instituciones, los colegios y las universidades. Las afectaciones y daños colaterales no pueden ser desdeñados. El proyecto obligaría a modificar el ecosistema, iniciando por la geografía y la orografía de la zona de distribución del canal de alivio. Se deberán contemplar las modificaciones a los depósitos aluviales, la flora, la fauna y la infraestructura instalada. Minimizar esta situación implica ubicar el flujo de alivio al sur-sureste de la geografía del embalse, que indica la menor distancia lineal al Océano Pacífico, con una cortina de montañas cuya altura es la menor de la cordillera. Inicialmente a través de túneles y posteriormente a través de canales a cielo abierto que generaría un flujo similar primero a un río sobre la cordillera para posteriormente atravesar la pequeña planicie del sur de Chiapas.
Posterior a la decisión técnica del punto de alivio, la perforación de canales y la trayectoria de desalojo de la infraestructura alterna, se requiere la evaluación integral de los aspectos sociales, geográficos y económicos, continuando con el ejercicio de minimización de afectaciones posteriores y daños colaterales, siempre tomando en cuenta las bondades de la reducción de riesgos a corto, mediano y largo plazos.
Durante los períodos extremos de afectación, que ha colocado en emergencia a 307 municipios de las entidades de Tabasco y Chiapas, se han ubicado más de 64 km lineales de muros temporales mediante costaleras llenas de concreto, incurriendo en costos recurrentes que también fundarán y motivarán la procedencia de la inversión y el desarrollo del proyecto.
A nivel mundial, ya existen en operación sistemas de túneles y aprovechamiento de condiciones hidráulicas, orográficas y meteorológicas dadas las condiciones de riesgo y que se han caracterizado por desempeñarse como soluciones rentables económicamente y sustentables con el medio ambiente y los asentamientos humanos.
Indirectamente ya se desarrolló un canal alterno inmediatamente después de la inundación de 2007 sobre el río Grijalva, ya que un alud producto de un deslizamiento de tierra sepultó la comunidad de San Juan Grijalva, donde esfuerzos coordinados de varias dependencias mexicanas, entre ellas Petróleos Mexicanos, la CFE y la Conagua, así como compañías privadas construyeron un flujo de canal alterno para poder liberar la contención que se formó por este deslave, que fue capaz de liberar aproximadamente 200 m3 por segundo de agua en un período de construcción menor a un mes.
Emprendimientos similares a nivel mundial indican que el costo de la nueva infraestructura no será menor a 2,000 millones de dólares. Sin embargo, las pérdidas recurrentes en materia de inundaciones y daños a la población, y a la infraestructura, pueden ser superiores. Sólo el gobierno de Tabasco informó sobre pérdidas de 7,000 millones de pesos en la actividad económica, afectando directamente al producto interno del país. Y es obligado sumar cantidades similares en materia de rehabilitación de carreteras, puentes, accesos, instalaciones eléctricas y resarcimiento de daños a la población en general, incluso con campañas sociales para alojo y alimentación.
Aunque algunos actores del ambiente hidráulico y de construcción se muestran escépticos al diseño, construcción, implementación y puesta en marcha del canal de desfogue alterno en dirección norte a sur, otros han mostrado interés al respecto, catalogando la iniciativa como un emprendimiento formidable que podría cumplir con el cometido complejo de reducir las afectaciones, avalanchas e inundaciones; optimizar la generación de energía eléctrica e incluso como una provisión de recursos hidráulicos a otras zonas del país.
Tal emprendimiento buscará incluir a los actores preponderantes que deberán formar parte de la administración de cuencas: la Conagua, la CFE, los institutos especializados en Geología, Petróleos Mexicanos, dependencias de investigación como el Instituto Mexicano del Petróleo, las Universidades líderes en materia de Perforación, Geología, Mecánica de fluidos y Organismos y Fideicomisos Internacionales que integren el gran proyecto de inversión, avalando su tasa de rendimiento y recuperación económica, considerando la incidencia social y antropológica, todo esto a largo plazo, ya que iniciativas similares a menudo toman dos décadas para hacerse realidad.
Marco metodológico
La metodología de investigación de este trabajo está basada en investigación documental, revisión de antecedentes históricos, circunstancias geográficas, físicas, sociales, académicas, financieras e incluso técnicas, con un enfoque cualitativo inicial, que a lo largo de la presente investigación y subsecuentes se funda y motiva en datos cuantitativos.
A pesar de no ser un fenómeno desconocido, es una situación que no se ha planteado de manera formal. Se aborda mediante un enfoque exploratorio y flexible, buscando una primera aproximación fundada al respecto. Se describen consideraciones cuantificables y medibles con respecto al entorno geográfico, social y económico, partiendo de fundamentos cualitativos. Y se refiere a una temporalidad determinada, única y específicamente transversal, aun cuando existen antecedentes de las circunstancias ocurridas.
El desarrollo teórico está fundado y motivado por los esquemas prioritarios de la Administración moderna: estrategia, recursos financieros, evaluación y administración de proyectos, gestión de la calidad y tecnologías de la información.
Aunque la puesta en marcha del emprendimiento podría beneficiar económica y socialmente desde el sureste hasta el altiplano de la República Mexicana, pretende motivar información, investigación y desarrollo de agrupaciones e individuos dedicados a la administración en general, la administración pública, investigadores, funcionarios, académicos y toda la comunidad interesada en el óptimo uso de recursos naturales, desarrollo sustentable y a aquellos preocupados por la protección civil y la reducción de afectaciones ante siniestros y catástrofes naturales.
Marco teórico
Tal reto exige el conocimiento y la aplicación de diversas ciencias administrativas, y motivará otras investigaciones y desarrollos en ingeniería, políticas públicas y administración de recursos.
Según Thompson, Gamble y Peteraf (2012), las organizaciones simulan estrategias para establecer infraestructura previa a un concienzudo y estructurado proceso de revisión y diseño con todos los escenarios posibles. Posterior a la visualización y concepción de la alternativa se plantean y evalúan las combinaciones posibles de la iniciativa y todos sus aspectos.
Debido al afán de resolver una situación caótica y de catástrofes se busca desarrollar acciones inéditas que contribuyan al bien común, no sólo del país sino de trascendencia global (McShane y Von Glinow, 2014). Emprendimientos similares en magnitud y beneficios han sido puestos en marcha en el mundo.
En cuanto a la metodología y estructura de proyectos, Kanabar y Warburton (2008) indican las consideraciones para aumentar sus posibilidades de éxito: la concepción, el diseño y la planeación, los planes de comunicación, ejecución, análisis de riesgo y la puesta en marcha. Una guía detallada y sus consideraciones están establecidas por el Project Management Institute (2013) en cuanto a los fundamentos para la dirección de proyectos.
Los recursos financieros adquieren importancia en grandes desarrollos. En primer lugar, la Macroeconomía, como “el estudio del comportamiento de la economía como un todo, examina las fuerzas que afectan simultáneamente a gran cantidad de empresas, consumidores y trabajadores” (Samuelson y Nordhaus, 2005) debe considerar la concatenación de los factores económicos que fundamenten a nivel global la posibilidad de llevarse a cabo y ponerse en marcha. Posteriormente se deberá planear a largo plazo, con el sustento del análisis marginal. Thomas y Maurice (2015) muestran que el análisis motivará la optimización para la solución de problemas que involucran valores que cambian a través del tiempo y en forma marginal como este caso, que enfrentará diversos períodos y situaciones globales en constante actualización.
Superada la brecha cualitativa será necesario definir, analizar y resolver las implicaciones cualitativas. Anderson et al. (2016) establecen metodologías válidas, fundadas y motivadas para la solución de consideraciones y toma de decisión. Será necesario considerar métodos estadísticos y probabilísticos; pronósticos y programación lineal; inventarios y líneas de espera; y todas las disciplinas ligadas a la administración de operaciones. Líderes en la ciencia y el arte de poner en marcha la planeación están Jacobs y Chase (2013), que guían el trabajo en el campo, haciendo énfasis en la planeación acumulada, los inventarios y la administración de la calidad.
La exigencia de la eficacia, la eficiencia y su producto, la productividad en el emprendimiento de grandes iniciativas obliga a adoptar políticas y procedimientos para cumplir con las premisas de los grandes investigadores de la calidad. La metodología líder en el mundo occidental para la observancia de cero defectos y niveles de eficiencia importantes es “Seis Sigma” (Douglas, 2014). El hecho de operar con menos de cuatro defectos por millón de oportunidades apoyará en la conclusión en tiempo y forma, así como el desvío de los resultados contra los presupuestos tanto en cronograma como en gastos previstos.
Una vez transformada la concepción y la planeación se administra, se prepara y se evalúa el proyecto. Desde el punto de vista de la ingeniería económica es necesario contar con tasas de descuento, de interés, tasas reales, proyecciones y toda la teoría del valor del dinero a través del tiempo (Grant, Grant y Leavenworth, 1990). Inmediatamente después, al amparo de la guía del Project Managment Institute, será necesario preparar y evaluar el proyecto, incluyendo la ruta crítica, el cronograma, los hitos y el valor económico (Sapag, Sapag y Moreno, 2008).
El benchmarking: la consulta, la adaptación y la adecuación de casos exitosos en la comunidad, en la industria o en el mundo (Bygrave y Zacharakis, 2010), obliga a consultar emprendimientos de similar envergadura en el mundo. Así saltan a la luz en Boston The big dig (gran perforación) (Kanabar y Warburton, 2008) o el reciente túnel internacional Gotthard Base que une a Suiza con Italia a través de los Alpes suizos, cuyos 57 kilómetros de longitud se concluyeron en 17 años.
Conclusiones
Teóricamente se puede afirmar la viabilidad para encontrar un flujo alterno para el desfogue de los excedentes de captación de agua del embalse de la presa Belisario Domínguez, conocida como La Angostura, la más grande del país en función de la capacidad de agua contenida, que es la primera del tren de generación sobre el río Alto Grijalva que recorre Chiapas y Tabasco. Tal canal alterno fluiría en sentido norte a sur hacia el Océano Pacífico.
Los beneficios esperados son de índole social, económico y de reducción de catástrofes naturales que afectan a la población, sus bienes, la infraestructura y la macro y micro economía del país.
El proyecto de inversión está sustentado en la recuperación directa en materia de comercialización de energía eléctrica generada sin interrupción a corto plazo, en forma inmediata; a la reducción de pérdidas por inundaciones anuales a mediano plazo; y a la operabilidad de la cuenca a largo plazo. Sólo en captación de ingresos en materia de comercialización de energía eléctrica se recuperarán más de 70 millones de pesos por día al aprovechar la capacidad de generación de las cuatro presas que conforman el tren del Alto Grijalva. Socialmente se evitará el azote de inundaciones a la población de bajos recursos y a las empresas productivas industriales, comerciales y agrícolas distribuidas en todo el territorio influenciado por adversidades hidrometeorológicas. Se visualiza un sólido incremento de terrenos de riego, lo que coadyuvará al progreso de la actividad agrícola y ganadera, mecanizando el campo y promoviendo la independencia de los ingresos petroleros, preponderantes en la región.
A largo plazo se esperan posteriores obras de infraestructura que aprovechen los excedentes de agua para todo tipo de aprovechamientos, incluido el apoyo al sistema Cutzamala del altiplano.
Una labor titánica de esta índole generará un gran volumen de empleos, aprovechará el conocimiento y la capacidad instalada de las dependencias gubernamentales, y fomentará la investigación y el desarrollo en las Universidades y el mundo académico.
Bibliografía
Anderson, D., Sweeney, D., Williams, T., Camm, J., Cochran, J., Fry, M. y Ohlmann, J. (2016). Métodos Cuantitativos para los Negocios. México: CENGAGE Learning.
Arganis-Juárez, M. L., Mendoza-Ramírez, R., Domínguez-Mora, R., Hernández-Ruíz, A. A. y Berezowsky-Verduzco, M. (2013). Influence of guiding curves in the optimal management of a hydropower system. Water Resources Management, 27(15):4989-5001.
Austin, R., Applegate, L. y Soule, D. (2008). Corporate Information Strategy and Management: Text and Cases. New York: McGraw-Hill.
Brealey, R., Myers, S. y Marcus, A. (2010). Principios de Finanzas Corporativas. Madrid: McGraw-Hill.
Business News Americas. (2011). Calderon opens US$94mn flood prevention tunnels – Mexico.
Bygrave, W. y Zacharakis, A. (2010). Entrepreneurship. Denver: John Wiley and Sons.
Clark, M. L. (2005). Lessons from the world trade center for open space planning generally and Boston’s big dig specifically. Boston College Environmental Affairs Law Review, 32(2):301-323.
Dávila Serrano, M. y Jiménez, O. (2011). A geologic study of the Juan del Grijalva landslide, the most important mass movement during the last century in Mexico. Natural Hazards, 58(1):183-197.
Douglas, M. (2014). Guía del participante para Lean Six Sigma Green Belt de Sigma Pro Parte 3. Estados Unidos: Sigma Pro Inc.
Google Maps. (2014). Mapa del río Grijalva. Recuperado de www.google.com.mx/maps/@17.0811348,-93.1438318,404622m/data=!3m1!1e3
Grant, E., Grant, W. y Leavenworth, R. (1990). Principles of Engineering Economy. Singapore: John Wiley and Sons.
Green, A. (2014). Gotthard tunnel edge towards completion. International Railway Journal, 54(10):44-46.
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (2014). Metodología de la investigación. México: McGraw-Hill
Jacobs, F. R. y Chase, R. B. (2013). Administración de operaciones, producción y cadena de suministros. México: McGraw-Hill/ Interamericana.
Kanabar V. y Warburton, R. (2008). Project Management. New York: Kaplan.
McShane, S. y Von Glinow, M. (2014). Organizational Behavior. New York: McGraw-Hill.
MENA Report. (2015). United States: MEXICAN plant to be equipped by GE renewable energy. The Free Library, 17.
Palepu, K. y Healy, P. (2012). Business Analysis Valuation: Using Financial Statements. Canadá: South-Western.
Patel, R. (2014). ADAPT: An automated decision support tool for adaptation to climate change-driven floods predicted from a multiscale and multi-model framework: Predicting flood events in Tabasco Mexico. (Tesis inédita de grado). Trent University, ProQuest Dissertations & Theses Global.
Pivotal Sources. (2016). World’s longest railway tunnel – a masterpiece of engineering.
Project Management Institute. (2013). Guía de los Fundamentos para la Dirección de Proyectos (Guía del PMBOK). Estados Unidos: PMI Publications.
Rehbok-Sander, M. (1998). Gotthard base tunnel: planning and design. Tunnels and Tunnelling International, 30(9):24-6.
Samuelson, P. y Nordhaus, W. (2005). Economía. México: McGraw-Hill.
Sapag, C. N., Sapag, C. R. y Moreno, S. Á. A. (2008). Preparación y evaluación de proyectos. México: McGraw-Hill.
Schmelkes, C. y Elizondo, N. (2010). Manual para la presentación de anteproyectos e informes de investigación (tesis). México: Oxford.
Schmutz, A. (2004). Inside the world’s longest tunnel. Trains, 64:38-49.
Thomas, C. y Maurice, C. (2015). Managerial Economics. New York: McGraw-Hill.
Thompson, A. A., Gamble, J. E. y Peteraf, M. A. (2012). Administración estratégica: teoría y casos. México: McGraw-Hill/ Interamericana.
Tunnels & Tunnelling International. (2010). The Gotthard base tunnel and sedrun.
Wood, D. C. (2001). Learning from the big dig. Public Roads, 65(1):30-36.