La neurosis en la crisis familiar. Año 2. Número 4
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Autor: Alejandro Abarca Aguilar.
RESUMEN
La neurosis en el ámbito familiar se encuentra caracterizada por preocupaciones excesivas y ansiosas que pueden convertirse en pánico y en crisis familiares. Esta ansiedad se manifiesta en reacciones de tensión, irritabilidad y episodios agudos de comportamientos disfuncionales que conllevan a esta crisis existencial familiar.
Esta ansiedad se manifiesta en reacciones de tensión, irritabilidad y episodios agudos de comportamientos disfuncionales que conllevan a esta crisis existencial familiar.
PALABRAS CLAVE: Neurosis, pánico, crisis, familia, ansiedad, estructura.
INTRODUCCIÓN
El presente artículo tiene la finalidad de dar a conocer al lector el origen y el desarrollo de la neurosis y su afectación en la crisis familiar y cómo los integrantes de la familia experimentan crisis estructurales, además de presentar las características del estado neurótico, como la ansiedad difusa repercute en un problema psicosocial.
Teniendo en cuenta que la neurosis se manifiesta por un evento difuso y donde este inicia en la infancia, en la que Freud y el psicoanálisis asignan una connotación de carácter sexual. Esto conllevará a una investigación profunda desde el inicio de la niñez y su repercusión social y cultural mediante frustraciones e inseguridades personales para cambiar el statu quo y llegar a la homeostasis de la dinámica familiar estructural que permite una mejor relación significativa entre los integrantes de la familia utilizando el modelo médico de la psicoterapia grupal breve de actitudes.
DESARROLLO
De acuerdo con la psicoterapia, en donde se trabaja la infelicidad de la estructura familiar, se establecen alianzas y coaliciones entre los familiares y se provoca la crisis que se convierte en neurosis existencial desde un aspecto social. Se debe de trabajar la lealtad en psicoterapia y el valor de las realidades y verdades para que cada persona pueda asumir la responsabilidad y con esto los individuos de la familia se autoprotejan permitiendo una mejor relación y un sentido común que mejore la relación y la dinámica familiar homeostática.
La familia provee un ambiente que ayuda al individuo a interactuar en el ámbito social, en la medida en que este ambiente sea protector, basado en el afecto, íntimo, la comunicación del individuo al exterior será más fácil y adaptable de acuerdo a las circunstancias. Esto también facilitará la superación de crisis familiares limitando la neurosis existencial que beneficiará las alianzas y las respuestas recíprocas de sentimientos e intercambio de energía en una estructura regular y de reestructuración familiar.
La manera más idónea de no presentar neurosis y desajustes emocionales en el sistema familiar es cuando cada persona cumple con las funciones, tanto internas como externas, y de protección psicosocial que permiten el sentido de pertenencia grupal familiar y con ello consolidan el sistema para generar seguridad emocional. Al establecer el matrimonio se generan vínculos y lazos afectivos y estables que permiten crear un mejor sistema parental filial que resuelva las expectativas de desarrollo y seguridad personal.
La familia define sus lazos en dos tipos, los vínculos de afinidad como el matrimonio y los de afiliación que se dan entre hermanos. Estas relaciones paterno-filiales son las que pueden generar seguridad y menos ansiedad que repercuta en la neurosis que genera un desajuste y crisis en la familia.
De acuerdo con estos lazos, se crea una fenomenología familiar y por ende constelaciones en donde las generaciones pasadas repercuten en el actual comportamiento de las personas y propician el desajuste y orden familiar que lleva a una crisis existencial generadora de angustia y neurosis en el comportamiento de los integrantes de la familia.
En la teoría de Bateson (1951) se indica que los dobles vínculos emocionales intensos resultan valiosos para la familia hasta llegar a la metacomunicación que impide los acuerdos grupales y crea una crisis. Por ello es importante la sesión terapéutica grupal de actitudes para intercambiar sentimientos, opiniones y pensamientos sobre la dinámica familiar.
De acuerdo a la teoría de Bateson (1951), este doble vínculo en donde se establecen alianzas y coaliciones. Esta categorización de formación de subgrupos dentro del sistema familiar hace que cada miembro busque una oportunidad de cambio que incrementa esta neurosis que se magnifica con los comportamientos disfuncionales de ansiedad. Este comportamiento disfuncional puede agravar la situación cuando se llega a una drogodependencia que repercute en el entorno y en los subsistemas tales como los amigos o la sociedad en la que el individuo se relaciona cotidianamente.
Minuchin (1977) pone énfasis en “que la patología no se encuentra en el paciente identificado, éste es quien manifiesta los síntomas pero la patología[,] se encuentra en la estructura familiar”.
Esta patología debe convertirse en amortiguador y ayudar a la persona brindándole amor, comunicación y comprensión para lograr el desarrollo, el cambio y la comprensión familiares que permitan el mejoramiento de la salud en cada miembro del sistema familiar.
“El que relata la historia escoge, de todo lo que ha vivido[,] los aspectos relevantes para dar a conocer al otro[,] parte de su vida” (White y Epson, 1990).
Dentro de un sistema familiar inmerso en una sesión terapéutica, las narraciones ayudan a generar una afiliación y cambio que permita desarrollar nuevos valores, creencias para visualizar un presente y futuro feliz que da paso a una nueva concepción de ideas y paradigmas de la familia. Esto último logrando un mejor desenvolvimiento en su seguridad y desarrollo de la personalidad.
Minuchin (1977) menciona que “la familia es un sistema en constante transformación en donde se establecen estadios o etapas por la[s] cual[es] se van empleando diferentes procesos y éstos llegan a una homeostasis y transformación para producir cambios en todas las esferas familiares”.
La homeostasis o equilibrio emocional se da siempre y cuando haya una buena comunicación. Sobre todo si esta comunicación es asertiva y los integrantes comparten interlocuciones que permiten que los entes de la estructura familiar lleguen a una solución de los conflictos existenciales. Dentro de esta dinámica se genera un mejor esquema de comportamiento que repercute en una nueva estructura. No llega a pautas comportamentales de neurosis que permeen las perturbaciones emocionales y psicosomáticas.
Cuando una relación se establece como de doble vínculo o doble ligadura, puede ser intensa y generar mayor confusión y desdén en la teoría de la comunicación. Esto ocurre desde el nivel metafórico del mensaje cuando no se puede discernir qué clase de mensaje corresponde. Así se originan patologías que rompen definitivamente el sistema familiar.
Esta doble ligadura o doble vínculo crea una relación diádica o triada con coaliciones y alianzas. La relación terapéutica o entrevista está en la cumbre, lo que genera cambios en la persona o en la familia. De manera comunicativa crear una nueva congruencia oral que permite mayor integración y dinámica familiar, y que con ello no se presente la crisis familiar que impide el desarrollo de una nueva relación.
Esta relación diádica o triádica debe desorganizarse, pues puede provocar una depresión que derive en neurosis con una reacción hipocóndrica o histerias de conversión. Este síntoma físico es de una interrelación emocional y queda demostrado en las coaliciones que no fueron desechas, así una alianza mejora la homeostasis familiar que implica una desarmonía en la dinámica familiar que lleve a la crisis.
La terapia familiar estratégica ofrecerá una unicidad e influencias interpersonales para mejorar la organización familiar. Desarrolla mejores interrelaciones personales familiares y consolida el sistema de interacción para no manifestar una sintomatología.
Según Pierrotta (1984), “una acción o una serie de acciones acompañadas por fórmulas verbales en las que interviene la familia en conjunto, como ritual debe de consistir en una secuencia regular de pasos dados en el momento oportuno y en el lugar adecuado”.
Así, las manifestaciones verbales durante la terapia ayudan a sensibilizar a cada integrante para evaluar y solucionar la problemática familiar. Por ello cada integrante familiar puede desenvolverse, generar confianza y comunicación asertiva dentro de la resolución problemática de la familia que acude a terapia. Cambia la dinámica grupal familiar, se cierran ciclos o canales abiertos en donde la preguntas del terapeuta deben ser significativas para el desarrollo y progreso comportamental y emocional de la familia.
En el modelo de Milán, en donde la base es la entrevista y las sesiones terapéuticas con el número total de 10 sesiones con la finalidad de reintegrar a cada ente familiar para su fortalecimiento. Cada integrante tiene potencialidades y recursos personales para encontrar la mejor solución de los problemas que se presenten, es allí donde este modelo se caracteriza por el trabajo multidisciplinar que ofrece consolidar el progreso de la comunicación y el desarrollo integral de la familia y su dinámica familiar.
Según Horney (1955), en “el trastorno básico de la neurosis, el cuadro sintomático es el de la deformación del carácter que resulta de un insidioso proceso crónico que por lo general comienza en la infancia y llega a afectar con mayor intensidad, los sectores de la personalidad”.
De acuerdo con Horney, los individuos con desajustes emocionales y comportamentales que pertenecen a una familia disfuncional en el aspecto neurótico y conductual, manifiestan las ansiedades. Esta última de manera difusa, sin saber la etiología de la ansiedad puede adoptar una personalidad agresiva e incontrolada por ellos mismos y desencadenar una crisis y angustias en la persona.
CONCLUSIONES
En una conducta de neurosis provocada por la crisis familiar resulta importante que el sistema esté en constante observación para poder colaborar en el desarrollo óptimo de las relaciones que permitan una homeostasis y esto se fundamenta con la psicoterapia grupal de actitudes y personales. Lo interesante no es identificar al paciente sino colaborar en el desarrollo del cambio estructural y actitudinal de la familia en cuestión.
En estas conductas se manifiestan perturbaciones sensoriales llamadas histerias de conversión y en donde no existe ninguna lesión orgánica conocida y está por la carga anímica negativa que genera una neurosis existencial por la poca integración y comunicación entre los integrantes del sistema familiar.
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