La música como método de enseñanza
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En los últimos años los profesores se han encontrado frente a frente con un gran desafío en el cual se ven envueltos día tras día. Muchas veces incluso se sigue usando el mismo plan de estudios que tuvieron ellos o nuestros abuelos.
Hoy tanto alumno como docente tratan de innovar día a día la manera de dar y recibir una clase. Sin embargo, la mayoría de las veces termina cayendo en lo monótono. Dejamos pasar de largo métodos que no muchos podrían creer eficientes para la educación, pero que muchas instituciones educativas cada vez lo van tomando más en cuenta, una de ellas es: La música.
La importancia de la música para un bebé
Muchas veces las madres comienzan a familiarizar a su hijo con la música desde que es un pequeño embrión en el vientre, lo hacen porque lo ven como una acción cotidiana. Sin embargo, esto tiene un significado importante para el feto.
Ya que dentro del vientre, el feto tiene una percepción de la respiración, ritmo cardiaco y estado de ánimo de la madre, al igual que es consciente de los sonidos que hay a su alrededor. Ponerle música clásica antes de la hora de dormir lo ayuda a relajarse y poder dormir de una forma más placida. Por lo mismo, es importante también cantarles.
Después al nacer ya se está familiarizado con la voz de la madre y con las notas musicales así que los padres se guían por poner canciones para dormir las cuales ayuda que el niño comience a relaciones y entender palabras en su idioma, hasta que el pequeño tiene la conciencia necesaria para comenzar a entender la idea concreta que dicho elemento le quiere decir. Es cuando las madres comienzan usar la música como una herramienta de educación básica para el niño.
La importancia de la música para un niño
La música contribuye de manera activa en el desarrollo integral de los niños: intelectual, auditivo, lingüístico, sensorial y motriz. Además de impulsar la creatividad e inteligencia en ellos, aparte de que también hace más fácil el dominio del idioma materno y de idiomas extranjeros si es que le inculca al niño desde temprana edad y de un modo constante.
Muchos de nosotros conocemos los grandes éxitos de “Cri-Cri” e incluso de artistas como “Cepillín” quienes motivan a los niños al aprendizaje de letras, números de una forma divertida, que hace que el niño no se aburra y aprenda de una forma eficiente y mejore la concentración en los estudios.
Además de lo que se ha dicho también ayuda al niño a comunicarse en caso de que tenga algún trastorno de inseguridad, (la mayoría de estos casos son ocasionados por un adulto cercano) la mayoría identificables desde los 2 a 4 años de edad.
Herramientas como la música ayudan incluso a estos niños a mejorar su proceso comunicativo sin afectar su entorno social.
La música y las diferentes formas que representa cada vez se van volviendo una herramienta viable para reforzar conocimientos, ya que esta nos acompaña desde que somos embriones hasta el momento en que morimos.
Es sorprendente que muchas escuelas y sobre todo nuevas normas puestas nos quitan este tipo de herramienta (en las escuelas de Bellas Artes se les ha disminuido sus clases artísticas por material de tronco común, y esto va empeorando año con año).
Deberíamos tomar todas las posibilidades que nos da la música y hacerlas una fortaleza para generar que los jóvenes estén interesados en aprender cada día algo nuevo. Ya que, como se dijo en la introducción, cada vez cuesta más trabajo que los alumnos estén realmente comprometidos con lo académico.
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Por Yessica Salgado.
Estudiante de Universidad Etac, Coacalco.
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