<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=186146087706618&amp;noscript=1">
¡Suscríbete a nuestro blog!

5 cosas que no debes hacer cuando lees

6 min de lectura

Existen muchas cosas que no debes hacer cuando lees, y es importante que las conozcas para que realmente sepas cómo comprender e interiorizar textos.

Cuando comenzamos a leer (en formato físico o digital), ya sea un libro, una revista o un periódico, muchas veces nos distraemos por diferentes factores y nos perdemos de la narrativa, el hilo conductor y el contenido.

Cuando sucede eso, significa que las líneas que llevábamos ganadas se han extraviado entre un mundo de letras, y nuestra visión se nubla ante el fracaso de tratar de encontrar la parte en que estábamos.

Y es que enseguida pensamos: ¿qué estaba leyendo? ¿En dónde me quedé? ¿Sí era esta línea en la que estaba, o no?

Por consiguiente, pueden suceder dos situaciones: nos aferramos a encontrar la parte en la que nos quedamos o desistimos y dejamos la lectura, lo que es mucho peor.

Para que este tipo de cosas no te sucedan y puedas sacar el máximo provecho de obras y textos relacionados a la carrera universitaria que estudiarás en el futuro cercano, a continuación te diremos 10 cosas que no debes hacer mientras lees.

¡Echa un vistazo!

Consejos de lectura

1. Escuchar música

Creemos que podemos juntar ambas cosas: escuchar nuestra canción favorita y leer aquellas líneas que nos interesan; sin embargo, ¡se trata de un error!

Al dirigir tu atención a la letra de la canción que estás escuchando, deteriorarás la comprensión de la lectura.

Sí, la música y la concentración no van de la mano, pues es una forma de distracción.

Así que la próxima vez que vayas a leer no escuches tu canción favorita, porque no te concentrarás de la misma manera que si leyeras en un ambiente silencioso.

2. Estar en un lugar con mucha gente

Se suele pensar que la soledad es la peor de las compañías y, aunque eso aplica en muchos casos, no es así respecto a la lectura.

Muchas veces, cuando comenzamos o continuamos una lectura, estamos en lugares con mucha gente, pues aprovechamos cualquier sitio que encontremos para poder leer, ya sea el autobús, el metro o un parque.

Si bien solemos hacerlo a raíz de nuestra ajetreada agenda, no se trata de algo recomendable y, en cambio, es mejor que intentes tener tiempo para hacerlo a solas.

En ambientes con bastante gente seguramente se producirá ruido, te distraerás y no retendrás convenientemente la información de la lectura.

A su vez, esto causará que te pongas en “modo automático” y tu reacción será solo leer de corrido, sin poder comprender de qué trata el texto.

Esto es especialmente importante cuando interactúas con contenidos académicos que debes asimilar para prepararte para una evaluación.

¡No permitas que la desconcentración haga que no apruebes un examen!

3. No buscar las palabras desconocidas

Una de las maravillas de la lectura es que a través de ella se puede ampliar el vocabulario, debido a que cuando estamos leyendo regularmente aparecen palabras que no conocemos.

Se trata de algo que nos pasa a todas las personas, pues no somos diccionarios andantes.

De modo que si no conoces una palabra, búscala en Internet o en algún diccionario.

Siempre ten presente que continuar con la lectura sin saber qué significa alguna expresión o concepto es una mala idea que podría ocasionar que no comprendas las metáforas, conclusiones o temas centrales de los textos.

4. Adoptar posturas muy cómodas

Sí, colocamos cómodas, no incómodas.

Regularmente, pensamos que cuando vamos a leer necesitamos estar lo más cómodos posible, y eso no es del todo cierto.

Se nos ocurre prepararnos una taza de café o té, recostarnos en nuestra cama o en algún sillón y disponernos a leer prácticamente en posición de sueño, lo que ocasiona que nos dé flojera, ganas de dormir y no aprovechemos el texto del todo.

Lo idóneo es estar en una postura recta, porque de esta manera el cerebro recibirá un mayor flujo de sangre y oxígeno y tus ojos se focalizarán mejor en la lectura.

Claro, nos estamos refiriendo a lecturas de gran importancia que te ayudarán en tu vida laboral y académica, pero cuando se trata de temas banales o curiosidades, está bien que lo hagas acostado si buscas que te dé sueño.

5. Mover la cabeza

Es común que mientras leemos movamos la cabeza de derecha a izquierda, y creamos que es algo sin importancia.

Resulta que al estar moviendo tu cuerpo disminuirás la concentración, pues perderás de vista el texto, y por consiguiente el ritmo que tenías en la lectura.

Por eso es recomendable que cuando estés leyendo el único movimiento que debes hacer es el de tus ojos.

6. Leer con luz insuficiente

Esta es otra de las cosas que no debes hacer cuando leas para aprender algo, así que ¡tómala muy en cuenta!

Leer con luz insuficiente ocasiona fatiga ocular, por lo que de a poco irán disminuyendo tu atención y comprensión del texto.

En otras palabras, tu rendimiento disminuirá de forma paulatina mientras pasas de una línea a otra.

Sumado a esto, se trata de una práctica que puede ocasionarte dolores de cabeza e, incluso, problemas crónicos en la vista.

Lo mismo sucede con la distancia, pues leer desde muy cerca o bastante lejos también ocasiona fatiga ocular.

¡Ya sabes! A la hora de leer, cuenta con suficiente luz y define una distancia prudente del texto a los ojos.

7. Comer

Leer una guía académica o un tema que te interesa para aumentar tus aptitudes laborales es algo muy importante, a lo que debes dedicarte de lleno.

Así que resulta muy mala idea que lo hagas mientras te encuentras en un cafetín o durante el desayuno.

Comer y leer son dos actividades de gran importancia para el ser humano, pero no es recomendables que se realicen al mismo tiempo.

Tomar cubiertos, masticar y degustar los sabores de los platos afectará de forma significativa tu concentración en lo que lees.

Esto se suma a que correrás el peligro de dañar tu laptop, el libro o la revista si surge uno de esos accidentes habituales en la mesa, como la caída de un vaso lleno de gaseosa, agua o jugo.

8. Saltar líneas

Engañarnos a nosotros mismos nunca es recomendable, y menos cuando se trata de una lectura.

En ocasiones, las personas desarrollan el mal hábito de querer culminar los textos cuanto antes y eso las lleva a saltarse líneas e, incluso, páginas.

¡Vaya error!

Si lo cometes realmente perderás tu tiempo, pues pasarás por alto muchas de las cosas valiosas que puede contener el libro, artículo periodístico o material académico.

En cambio, un lector sabio no obvia siquiera una oración, ya que esto afectará su comprensión del tema.

En conclusión, la lectura es una actividad que demanda paciencia y sabiduría.

9. No definir un objetivo o expectativa

Es importante que cuando nos dispongamos a realizar una lectura nos planteemos qué queremos ganar u aprender a través de ella.

Eso te permitirá tener un enfoque claro durante la lectura e, incluso, llegar un punto en el que podrás determinar si realmente te está resultando útil o no.

Se trata de un hábito especialmente útil cuando leemos un contenido académico, pues es importante que el mismo contenga los conceptos, fundamentos y principios que necesitamos para la evaluación.

De lo contrario, lo mejor es buscar una referencia, libro o guía diferente.

10. Juzgar bajo percepciones y posiciones personales

Es muy importante que los jóvenes de hoy tengan opiniones sólidas y argumentadas sobre diferentes temas.

Sin embargo, si realmente quieres comprender de qué trata un texto, no puedes juzgarlo constantemente, ya que se impondrán tus ideas sobre las del libro.

Recuerda que no necesariamente tienes que estar de acuerdo con una determinada lectura, pero de todas formas es importante que la comprendas, sobre todo si está relacionada a alguna exigencia académica.

¡Eso es todo! Ya comentamos algunas cosas que no debes hacer cuando lees.

Si sigues estos consejos al pie de la letra, tu lectura será óptima y tendrás una mayor comprensión de los textos.

Así que si sueles cometer algunos de estos errores, erradícalos y evita todas las distracciones posibles para que tengas una lectura más fluida y nutritiva para tu cerebro y conocimientos.

Por otro lado, cuando se trata de lecturas, la calidad de los materiales es de mucha importancia.

Un texto mal redactado, sin un claro hilo conductor y con estructuras deficientes, hará que te confundas.

Por ese motivo es muy importante que antes de comprar un libro u otro material tengas referencias sobre estos.

En el caso académico, tienes que enfocarte en elegir una universidad de calidad, que ponga a tu disposición materiales también de calidad a través de alternativas como las bibliotecas digitales, por ejemplo.

De esa forma tendrás acceso (en todo momento) a contenidos favorables para tu crecimiento personal y profesional.

¿Te pareció interesante esta lectura? Si quieres acceder a otros contenidos sobre la lectura y que, en general, te ayuden a mejorar tus habilidades académicas e intelectuales, ¡no dejes de estar atento a las entradas de nuestro blog!

Escrito por Aliat

¡Únete ahora!

Sé parte de nuestra comunidad y no te pierdas las últimas noticias y consejos para tu formación profesional