<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=186146087706618&amp;noscript=1">
¡Suscríbete a nuestro blog!

Innovación como un cambio social

4 min de lectura

Innovación

En nuestros días, cada vez es más común escuchar el término innovación, sobre todo en contextos laborales y académicos. Incluso hay empresas que han desarrollado sus propias áreas de innovación, existen también consultorías que se especializan en dicha área y a nivel académico han surgido un sinfín de cursos, diplomados, especialidades y hasta maestrías y doctorados en innovación.

En empresas trasnacionales o grandes corporativos es común escuchar que existen puestos como los de Gerente o Director de Innovación, o bien programas de incentivos que premian a los empleados innovadores. Es así que la mayoría de nosotros sabemos que debemos innovar a manera de lo posible, pero ¿Qué es innovar? Y ¿Qué implicaciones conlleva?

La innovación hace referencia a la capacidad inventiva innata del ser humano, a la creatividad, al surgimiento de nuevas propuestas para resolver problemas y la exitosa implementación de las mismas, todo esto resultando en la generación de bienestar o derrama económica. Para innovar no se necesita inventar algo de la nada, basta con introducir novedades o mejoras a lo ya existente y que el beneficio sea comprobable.

Es así que el ser humano se ha encontrado constantemente innovando: el hombre de las cavernas creó utensilios para hacer pinturas rupestres y la rueda, más tarde se creó la imprenta, luego la máquina de vapor que dio pie a la Revolución Industrial; el teléfono, el automóvil y un mexicano desarrolló la inventiva para mejorar la televisión y hacerla a color. En fin, soluciones y objetos que cambiaron al mundo en un sentido positivo, grandes innovaciones que nos han facilitado la existencia y han permitido el desarrollo del mundo como lo conocemos hoy en día.

Siempre hemos innovado solamente que hoy en día lo hacemos de forma más consciente e incluso sistematizada. Como comentamos anteriormente, la innovación se ha convertido en una disciplina que llegó para quedarse y responde rápidamente con sorprendentes avances tecnológicos, al contexto global y a satisfacer las necesidades de un consumidor cada vez más informado y exigente. Hoy por hoy innovar es un deber ser.

Innovación por el bien social

Hemos entrado en una dinámica constante por crear propuestas válidas para el consumidor y crear nuevos productos, mejorando los existentes, lanzando cada día al mercado miles de objetos, servicios y soluciones para los millones de habitantes del planeta.

Es aquí donde debemos detenernos, hacer una pausa y dar una mirada de 360° y plantear si nuestra innovación está tomando en cuenta aspectos sociales y medio ambientales en un amplio espectro y a largo plazo.

Por ejemplo cuando se inventó el automóvil no se pensó en las implicaciones negativas que este tendría a futuro; contaminación atmosférica, ruido, pérdida del espacio público, cambio climático o los accidentes, por mencionar algunas. Con esto no quiero decir que la invención del automóvil sea negativa sino que al momento de su creación se careció de una visión amplia y de escala a nivel de las implicaciones sociales y ambientales que podrían permitir una planeación adecuada de origen.

Por lo tanto nos vemos en la necesidad de replantear la innovación integrando el apellido “social” para así dar cabida al concepto innovación social.

La Innovación Social emerge como nueva perspectiva de iniciativas más eficientes, efectivas e inclusivas, para la Stanford Graduate School of Business “la innovación social es el proceso de desarrollar y entrega de soluciones efectivas a problemas sociales y ambientales a menudo sistémicos en apoyo del progreso social”.

Es así que el nuevo concepto tiene una visión completa de los elementos contextuales y busca un beneficio extensivo al consumidor directo y al contexto social y ambiental en el cual se desarrolla. La difusión de este concepto ha sido muy exitosa, incluso algunos creemos que, a partir de ahora, todas las innovaciones deben estar bajo estas características y afortunadamente a una gran variedad de casos de éxito de este tipo de innovaciones. Podemos encontrar algunos ejemplos en la página web de Innovación Social de Stanford, una de las universidades pioneras en el tema.

Por último y para aquellos a quienes parezca relevante implementar la innovación social les recomiendo estudiar los Objetivos de Desarrollo Sustentable del Programa de la Naciones Unidas para el Desarrollo y vigilar que sus proyectos de innovación contemplen uno o varios de estos objetivos:

  • Fin de la pobreza
  • Hambre cero
  • Salud y Bienestar
  • Educación de Calidad
  • Igualdad de género
  • Agua limpia y saneamiento
  • Energía asequible y no contaminante
  • Trabajo decente y crecimiento económico
  • Industria, innovación e infraestructura
  • Reducción de las desigualdades
  • Ciudades y comunidades sostenibles
  • Producción y consumo responsables
  • Acción por el clima
  • Vida submarina
  • Vida de ecosistemas terrestres
  • Paz, justicia e instituciones sólidas
  • Alianzas para lograr los objetivos.

Contemplando estos factores para la creación o mejora de soluciones pertinentes, no solamente estaremos innovando sino que seremos generadores de bienestar sostenible a largo plazo y aportaremos a la protección del planeta y a que las personas gocen de paz y prosperidad.

Claro está que es un trabajo que requiere compromiso y perseverancia; pero los resultados serán gratificantes sin lugar a dudas.

_________________________________________

ESCRITO POR: Mtro. Gerardo Zaldívar del Ángel

Subdirector de Innovación en Aliat Universidades

Escrito por Aliat

¡Únete ahora!

Sé parte de nuestra comunidad y no te pierdas las últimas noticias y consejos para tu formación profesional