El pasado martes 28 de julio, el Área de Experiencia de la red Aliat Universidades invitó a la psicóloga Mayte Olmos, para que compartiera algunas tácticas emocionales con su ponencia “Ansiedad y estrés ¿cómo combatirlos?”.
Mayte da inicio a su conferencia virtual definiendo la ansiedad como un trastorno mental, caracterizado por sentimientos de preocupación o miedo, que pueden llegar a sesgar nuestras actividades cotidianas. Asegura que puede diagnosticarse, si esta es lo bastante grave como para requerir atención médica.
Las manifestaciones de dicha alteración pueden presentarse de forma física (aumento del ritmo cardiaco, temblores, nerviosismo, sudoración excesiva, etc.) o mental (miedo irracional, inquietud desagradable, agitación, preocupación excesiva)
La especialista señala que algunos de los síntomas de una crisis, pueden manifestarse como sensación de ahogo, opresión en el pecho, sudoración o escalofríos, pánico, entumecimiento, mareo, desmayo, etc.
Tipos de ansiedad
¿Qué son los neurotransmisores? Son las sustancias químicas que se encargan de la transmisión de las señales desde una neurona hasta la siguiente, a través de las sinapsis. También se encuentran en la terminal axónica de las neuronas motoras, donde estimulan las fibras musculares para contraerlas. Estos y sus parientes cercanos son producidos en algunas glándulas como las glándulas pituitaria y adrenal. Algunos de los neurotransmisores más significativos son:
Pero, ¿cuáles son los que están implicados dentro de la ansiedad? La psicóloga los enlista y define de la siguiente manera:
Respecto al estrés, comenta que es un sentimiento de tensión física o emocional y puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. Cuando esta angustia dura demasiado puede dañar la salud.
Algunos de los síntomas son: dolor de cabeza, problemas de sueño, comer en exceso, irritabilidad, retraimiento social, tensión muscular, fatiga, cambio en el deseo sexual, abuso de alcohol y drogas, malestar estomacal y agitación.
Según Mayte, el estrés se clasifica de las siguientes maneras:
¿Qué es la técnica de relajación progresiva? Consiste en tensar y relajar distintos grupos musculares. Este método se basa en que los pensamientos y comportamientos asociados al estrés, provocan tensiones musculares. Cuando estamos rígidos, nuestra percepción del estrés y la sensación de ansiedad aumenta, por lo que, al ablandar la musculatura, conseguimos controlar esas sensaciones.
La experta asegura que, para obtener buenos resultados, se debe practicar durante al menos siete semanas, ya que, en este tiempo, se aprenderá a tensar y relajar dieciséis grupos musculares de todo el cuerpo.
Para finalizar, Mayte hace énfasis en que la etapa de tensión se realiza para que el practicante aprenda a identificar las sensaciones asociadas al estrés o ansiedad. De esta forma, cuando perciba esas emociones en su cuerpo, sabrá que tiene que relajarse. Al terminar la etapa de aprendizaje y entrenamiento, el individuo será capaz de descansar su musculatura en cualquier momento sin necesidad de tensarla previamente.
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